Acierto y oficio sí generan puntos

Borja Lasso, que destaca por su técnica pero debe mejorar en lo físico, se estrenó como titular y goleador con la elástica rojilla.

OSASUNA 2

CULTURAL 1

Osasuna sigue con su escalada en la clasificación –quitado el tropiezo frente al Nàstic– y ya ocupa la quinta plaza después de superar a una Cultural que fue fiel a su estilo, aunque ello le costase caro. Un gol de los llamados psicológicos en el tiempo de descuento de la primera parte y el estreno anotador de Borja Lasso, previo robo de Quique cumplida la hora de juego, dejaron los puntos en El Sadar.

El técnico rojillo, Diego Martínez, volvió a insistir en el 3-4-3, aunque tras jugar entre semana, renovó el bloque con tres caras nuevas, algunas de las cuales resultaron decisivas, como las dos ya citadas. La escuadra navarra encadenó así su cuarto triunfo en las últimas cinco jornadas y logró algo que últimamente no se le estaba dando nada bien, como era el saber cerrar los encuentros, si bien con la sempiterna espada de Damocles de un posible empate.

En esta ocasión, se gestionaron los tiempos y ritmos, especialmente en el último tramo, aunque el equipo dejó una mejor versión, si hablamos de fútbol, en la primera parte respecto a la reanudación. Y, además, estuvo bastante más eficaz que hace unos días, ya que hasta el 1-0, los anfitriones no habían visto puerta, aunque sí habían protagonizado algún que otro acercamiento con peligro.

Rival muy dinámico

La Cultural demostró ser un equipo muy dinámico y coherente con su filosofía, acentuada tras verse por detrás en el marcador. Osasuna vio una oportunidad en ese buen trato de balón del oponente, hasta el punto de buscar finiquitar el envite en una pérdida suya. Así pudo ser al cuarto de hora del segundo periodo, pero los locales no saben convivir sin el riesgo.

Apenas diez minutos después del 2-0, la Cultural recortó distancias con un chutazo de Señé que, a buen seguro, no habrá dejado dormir a Sergio Herrera, dándole vueltas a por qué su manopla no supo desviar el cuero fuera de los tres palos. Metido el miedo en el cuerpo a dejar escapar otra vez algún punto del estadio iruindarra, Diego Martínez varió por completo su dibujo –5-4-1– con la entrada de Xisco y Unai García, lo que acabó por dormir el compromiso para felicidad de la grada.

«El equipo ha dado un salto, creo que hemos crecido»

«El equipo ha dado un salto, creo que hemos crecido. Sumamos una victoria muy buena, afectados en lo físico y mental por la derrota frente al Nàstic», argumentó el técnico rojillo, Diego Martínez.

El preparador gallego destacó el apoyo de la afición «en la parte final del partido porque estábamos muy cansados y, con su gol, planeaba el fantasma del empate».N.M.