2018 UZT. 04 DESDE LA GRADA Un gol para no olvidarse de lo que es Osasuna Natxo MATXIN Dependiendo de la edad, quien más quien menos tendrá sus «momenticos» de la historia reciente de Osasuna. El tridente que formaron Echeverría, Iriguibel y Martín, la goleada a domicilio en el Bernabéu con un Urban apoteósico, la final copera con el gol de Aloisi, las semifinales de la Copa de la UEFA... Pero, déjenme que les diga una cosa, en ninguno de esos momentos estuvo en juego la existencia de Osasuna. Fueron capítulos de vino y rosas que no hacían presagiar que la entidad rojilla pudiese pasar por un episodio en el que llegase a desaparecer. Y ello ocurrió. En la Nova Creu Alta, el club de nuestros amores estuvo en un tris de evaporarse como el humo, algo que hubiese acarreado unas consecuencias de difícil evaluación y en las que es mejor no pensar, toda vez que se consiguió, al menos en parte, enderezar una nave que iba camino del naufragio. Nada habría sido posible sin el testarazo de un chaval de Noain que entró con todo –como le habían enseñado de txiki en Tajonar– a rematar un corner al borde del pitido final. Justo es atribuírselo en su despedida y recordar que ese espíritu y esa garra es lo que precisamente hacen reconocible a nuestro Osasuna.