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Puigdemont llama a evitar la escalada de tensión provocada por Ciudadanos a cuenta de los lazos amarillos


La ofensiva de Ciudadanos a cuenta de los lazos amarillos que simbolizan la reclamación de libertad para los presos políticos alcanzó ayer nuevas cotas. La noche del martes al miércoles, unas ochenta personas encapuchadas y con buzos blancos se dedicó a retirar lazos en las comarcas de Girona –los Mossos identificaron a varios de ellos–, como paso previo a la performance que los líderes del partido naranja, Albert Rivera e Inés Arrimadas, tenían preparada para el mediodía en Alella, donde se dedicaron a retirar algunos lazos. Para la tarde ya estaban repuestos.

Pese a lo ridículo de la escena, es innegable que Ciudadanos ha logrado poner la «guerra de los lazos» en primer plano, alimentando el marco que explica el conflicto catalán como un conflicto entre catalanes, en vez de un conflicto entre Catalunya y el Estado español. Un marco en el que poco tiene que ganar el independentismo, por mucho que consiga teñir de amarillo Catalunya entera.

Consciente quizá de ello, el president en el exilio Carles Puigdemont pidió ayer responder «con serenidad y sin caer en provocaciones que solo alimentan actitudes radicales». «Ninguna concesión a la violencia ni a la censura», añadió.

Ayer se supo que la Junta de Seguridad de Catalunya, instancia formada por la Generalitat y el Estado, se reunirá el 6 de setiembre en Barcelona, si bien no está claro que se aborde el tema de los lazos y las identificaciones de los Mossos, un punto que el Gobierno español quiere en el orden del día pero el Govern rechaza de plano.

Agresión españolista

El día vino marcado también por la detención del hombre que supuestamente agredió a una mujer por retirar lazos en el parque de la Ciutadella, en Barcelona. Aunque el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya aclaró que la única denuncia judicial existente sobre el caso es la presentada por el presunto agresor, la Policía española –que no ha tomado medidas contra el agente del cuerpo que agredió al fotoperiodista Jordi Borràs– detuvo al hombre asegurando que la mujer puso la denuncia en su comisaría. Quedó en libertad con cargos.

Por la tarde, Ciudadanos convocó una concentración contra las agresiones en el mismo parque. Nada más comenzar, un cámara de TeleMadrid fue agredido porque le confundieron con uno de TV3 y creyeron que llevaba un lazo amarillo.