2019 MAI. 05 La basura ¿blanca? Iratxe FRESNEDA Docente e investigadora audiovisual Cayó entre mis manos en un descuido el “Manifiesto redneck”, de Jim Goad, un texto crudo y, cómo no, cuestionable, pero profundamente interesante. Habla, entre otras cosas, de lo que en Estados Unidos llaman basura blanca, del desprecio que los propios norteamericanos, sus élites, sienten hacia las personas de baja inserción social, desheredados, sin acceso a la cultura o la educación, etc. Después de fisgonear en él, me queda adentrarme en “¿Qué pasa con Kansas? Cómo los ultraconservadores conquistaron el corazón de Estados Unidos”, de Thomas Frank. Volviendo al primero, Goad deja clara su repugnancia hacia lo que denomina las oligarquías progresistas que explotan y se aprovechan de los más débiles, los blancos pobres, conocidos como rednecks (cuellos rojos, por su exposición al sol cuando trabajan), hillbillies (paletos) o white trash (basura blanca). Goad apoya a Trump. En el Estado español el 44 % de la riqueza está en manos de unos pocos, durante el periodo de la crisis pasó a ser el 55 %. Mientras leo estas cifras, me pregunto acerca de quiénes son las personas tras los números. Sé lo que es no pertenecer a la élite desde la cuna, desde el barrio, desde la universidad y los puestos de trabajo por los que he pasado. No creo en eso de que trabajar nos hará libres, tampoco en el sueño americano, pero me preocupa enormemente que se estén creando insostenibles bolsas de gentes sin calidad de vida que acaben confundiendo las posibilidades que ofrece un sistema que defienda el bienestar y el crecimiento de su ciudadanía, con las élites que tratan de pervertirlo en beneficio propio.