2019 ABU. 06 Elkarrizketa MARTA INFANTE MEZZOSOPRANO «Si Barbara Strozzi hubiera nacido hoy en día, seguro que sería una estrella» Nacida en Lleida, Marta Infante estudió canto en la Universidad de Ostrava, en la República Checa, donde residió durante ocho años. El descubrimiento de la música antigua, muy presente en el país centroeuropeo, fue un punto de inflexión en su carrera, que desde entonces se desarrolla alternando los repertorios clásico y antiguo. Esta tarde se presentará en la Quincena Musical junto al grupo Ars Atlántica. Mikel CHAMIZO DONOSTIA Sumándose al creciente movimiento que reivindica el papel de las mujeres en la historia de la música, el conjunto español Ars Atlántica presentará en su actuación de esta tarde un programa monográfico dedicado a Barbara Strozzi, cantante y compositora del Seicento italiano que elevó la cantata vocal de cámara a las más altas cotas de innovación y calidad. Con motivo de los 400 años de su nacimiento, el grupo ha rescatado algunas de sus cantatas menos conocidas y más sorprendentes, que serán insufladas de nueva vida en las voces de María Espada y Marta Infante, acompañadas por un trío instrumental formado por viola da gamba, archilaud y arpa, bajo la dirección de Manuel Vilas. Es usted una cantante que parece moverse por igual entre los mundos del lied, la ópera y la música antigua. Podría pensarse que son géneros que implican formas de cantar muy diferentes. Yo creo firmemente que cualquier cantante que se dedique a lo que llamamos música “clásica” debería intentar pasar por todos los géneros. No solo porque vocalmente sea sano variar, sino porque, con el tiempo, terminará siendo necesario para su carrera. La voz cambia con la edad y evoluciona, no se puede estar toda la vida cantando lo mismo, y adentrarse desde joven en géneros distintos permite aprender técnicas que a la larga serán muy útiles. Por eso, aunque luego uno termine especializándose en ópera, en lied o en música antigua, nunca está de más pasar por todos ellos. Para ser consecuente con esas ideas, cuando me vienen cantantes jóvenes a cursos de música barroca, les suelo pedir también que canten Schumann, Mozart o Mahler. ¿Es capaz de notar cuando un cantante proviene de uno u otro mundo? Cuando coincido con compañeros que, como yo, se mueven en ambos mundos, sí que noto alguna diferencia técnica: las voces son un poco más llenas con respecto a las de la gente que solo hace música antigua. Pero también es una cuestión de volumen y de tipo de emisión: no puedes cantar Vivaldi con la intensidad con la que cantarías Wagner, sería una locura. Por eso, lo realmente importante es el conocimiento estilístico que hay que aplicar, el tipo de canto en realidad no cambia tanto. ¿Cómo llegó usted a la música antigua? Estudié canto clásico en la Republica Checa y después pasé ocho años trabajando en un teatro de ópera de una pequeña checa. Durante ese periodo hice algunos cursos de música antigua, que siempre ha sido muy relevante allí, y me encantó la experiencia. Como tengo una voz bastante grave que no es muy común entre los cantantes de música antigua, pronto empezaron a surgirme oportunidades, y diría que mi carrera realmente despegó en ese punto. Pero aunque me haya especializado en música antigua, sigo haciendo mucho lied con el pianista Jorge Robaina, con quien llevo veinte años formando dúo. También forma parte de Ars Atlántica, un proyecto junto al arpista Manuel Vilas. ¿Cuál es la filosofía de este proyecto? En su participación en el ciclo de música antigua, Ars Atlántica presentará mañana un monográfico de la compositora veneciana Barbara Strozzi. ¿Qué particularidades destacaría de su música? Strozzi, que fue también soprano, es un compositora de enorme calidad. Nació en el siglo XVII en una familia perteneciente a la nobleza y su padre, desde que era pequeña, la llevaba consigo a los eventos culturales y a las reuniones con la gente más culta de Venecia. Su música tiene una particularidad bastante inusual en aquella época: es muy difícil. Exige cantar en registros muy agudos y presenta numerosas complejidades vocales. Pero, por otra parte, su música, especialmente las cantatas que vamos a interpretar en Donostia, es muy exaltada, muy intensa en su forma de narrar el texto y de expresar los sentimientos. Una de las cantatas que canto yo, por ejemplo, la veo casi como una película de terror. Además, son partituras muy expuestas, en las que la voz está acompañada solo por un bajo contínuo, no hay violines, ni vientos... solo tres instrumentos con lo que hay que generar múltiples colores y contar muchas historias. Se trata de una música, en fin, que exige muchos ensayos. Strozzi es una de las pocas mujeres compositoras cuyo nombre ha llegado con fuerza hasta nuestros días. ¿En qué ambiente se movió y cómo llegó a alcanzar tanto prestigio? Strozzi fue bastante reconocida en su propio tiempo en Venecia, donde las mujeres no tenían aún mucha fuerza. Yo creo que uno de los motivos fue que ella misma era cantante e interpretaba sus obras. Además, debía de ser una mujer imponente y visceral, algo que se nota también en su forma de componer. Ante todo, fue una compositora excepcional, con la capacidad de trasladarte a una docena de ambientes musicales distintos en cinco minutos, y con una gran maestría en en el tratamiento de los textos, que maneja con gran rigurosidad pero cuya expresividad explota al máximo. Strozzi nunca es fácil de escuchar, es esxigente para el público. Pero si este puede leer los textos mientras escucha la música, se enganchará enseguida. ¿Queda mucha música barroca escrita por mujeres aún por descubrir? Realmente, no hay tantas mujeres compositoras, y las que había generalmente escribían con seudónimos masculinos, por lo que es difícil saber realmente cuánta música escribieron las mujeres en el Barroco. Seguro que las había, pero no eran tiempos fáciles para las mujeres. Si Strozzi hubiera nacido hoy en día, seguro que sería una estrella. Barbara Strozzi fue bastante reconocida en su propio tiempo en Venecia, en un lugar y una época en que las mujeres no tenían aún mucha fuerza.Las compositoras que había generalmente escribían con seudónimos masculinos, por lo que es difícil saber cuánta música escribieron las mujeres en el Barroco. Al cantar música antigua, lo realmente importante es el conocimiento estilístico que hay que aplicar, el tipo de canto no cambia tanto.