2019 URR. 04 LA DIRECTORA DE ORQUESTA Antonia Brico luchó contra el patriarcado musical Mikel INSAUSTI El reciente caso de Plácido Domingo ha venido a dejar al descubierto el secular machismo imperante en el mundo cerrado y elitista de la música clásica, donde las mujeres lo han tenido siempre muy difícil, más allá del papel reservado a las cantantes con las sopranos al frente. Y siendo ya complicado entrar en una orquesta para cualquier mujer instrumentista, lo de dirigir ya estaba poco menos que prohibido. La prueba histórica de dicho patriarcado musical la representa como ninguna otra Antonia Brico (1902-1989), toda una pionera en la lucha por hacerse un sitio como directora de orquesta en los años 30, época en la que lo tenía todo en contra, tanto en Europa como en los Estados Unidos. Vivió a caballo entre los dos continentes en un constante desafío, sin que su talento le fuera reconocido en su justa medida a pesar de los méritos demostrados tanto en el piano como con la batuta. Para quienes estén interesados en su figura es altamente recomendable el documental de Jill Godmilow “Antonia: A Portrait of a Woman” (1974), auspiciado por la cantautora Judy Collins, que fue alumna suya. La ficción del biopic feminista “De Dirigent” (2018), de la cineasta holandesa Maria Peters, tiende más hacia el melodrama convencional, ya que la vida personal de Antonia Brico se presta a ello. Su apellido y padres biológicos siguen siendo un misterio, pues fue adoptada al nacer en Rotterdam por una familia que le puso el nombre de Wilhelmina Wolthius. Los romances también dificultaron su dedicación profesional.