2020 OTS. 03 CRÍTICA «Volando juntos» Inspirada en el ornitólogo alado Christian Moullec Mikel INSAUSTI Los videos del ornitólogo Christian Moullec se han hecho muy famosos, desde que en 1995 empezó a grabar sus vuelos en un ala delta motorizada junto a bandadas de gansos salvajes. No se trataba de ninguna proeza gratuita de las que se suben a internet con fines exhibicionistas, sino de proteger a una especie en vías de extinción en sus viajes migratorios, haciendo de guía para evitar nuevos peligros en sus rutas tradicionales como los cazadores o la contaminación de ciudades o ríos. Al final, el espíritu Moullec ha calado y en su figura y labor conservacionistas se inspira esta película, en cuya escritura ha colaborado junto al realizador Nicolas Vanier, con toda una filmografía dedicada por entero a la naturaleza salvaje y que en este su quinto largometraje le ha llevado a rodar en el sur de Europa y en los paisajes nórdicos de Laponia. “Volando juntos” (2019) es una obra didáctica y ecologista que trata de establecer un puente entre la generación de Moullec y la de Greta Thunberg, motivo por el que presenta un conflicto paternofilial interpretado por Jean-Paul Rouve y el adolescente Louis Vazquez. Se trata del chico enganchando a la Play, disgustado por tener que pasar el verano junto a su padre biólogo en lugares despoblados donde ni siquiera hay cobertura. Sin embargo, la llamada de la madre naturaleza resulta tan poderosa que no se podrá resistir y acabará integrándose en el trabajo de seguimiento de las aves en su migración a bordo de un ULM (Planeador Motorizado Ultraligero). Si el desarrollo argumental es simplista y se potencia el aspecto audiovisual de modo efectista, con las imágenes naturalistas de Éric Guichard y la música evocadora de Armand Amar, es debido a la concepción educativa de la película, pensada para ser proyectada con su correspondiente charla en los colegios, para así ganar vocaciones en la lucha medioambiental por la defensa del planeta.