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La lucha contra la pobreza y la exclusión también es cosa del Gobierno navarro

Responsables de distintos departamentos del Gobierno navarro expusieron ayer las actuaciones previstas en una jornada de trabajo organizada por la Red Navarra contra la Pobreza y la Exclusión, en la que se incidió en la necesidad de la coordinación y de una visión transversal para hacer frente a este fenómeno.


Responsables de distintos departamentos del Gobierno navarro participaron ayer en una jornada de trabajo por la inclusión social organizada por la Red Navarra de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social, en la que expusieron sus programas en este ámbito, destacando que es necesaria una acción transversal para hacer frente a esta lacra.

Eneko Larrarte, director general de Vivienda, destacó que el presupuesto de este departamento se ha incrementado un 7% este año. Señaló que la inversión en vivienda no tiene un efecto directo en la exclusión, pero que hacerlo para garantizar vivienda asequible en alquiler sí que repercute positivamente. En este sentido, indicó que Nasuvinsa tiene un presupuesto de 90 millones de euros para construir 542 viviendas de protección oficial en esta legislatura. Reconoció que es una cifra pequeña, teniendo en cuenta que la demanda de personas que necesitan una vivienda de estas características asciende a 9.000, aunque recordó que el parque público actual del Gobierno navarro son solo unas mil viviendas. Junto a ello, subrayó la importancia de que al final de los convenios que se suscriban para la construcción de estas viviendas, pasen al parque público. Recientemente, en Nafarroa se han vivido episodios en los que fondos buitre se han quedado con estas casas.

La consejera de Derechos Sociales, María Carmen Maeztu, por su parte, destacó que su departamento cuenta con 29 actuaciones previstas en el Plan Estratégico de Inclusión Social. Valoró muy positivamente la evolución de la renta garantizada, a la que acceden 12.300 unidades familiares, subrayando que desde 2018 ha habido una reducción en el número de beneficiarios. En cualquier caso, señaló que es necesario avanzar en la coordinación, en buscar ser más ágiles y en incrementar los sistemas de control para poder legitimar el programa ante la sociedad.

María Jesús Pérez Jarauta, del Departamento de Salud, incidió en la necesidad de la prevención no solo entre quienes padecen la exclusión, sino entre sus hijos y nietos, para evitar la perpetuación generacional. Subrayó que cuestiones como la clase, el territorio, la edad, el género o la etnia influyen en enfermedades vinculadas a la pobreza. Recordó que en Londres hay una brecha de esperanza de vida de 17 años entre barrios ricos y pobres, y de siete en Bilbo y 3,8 en Nafarroa. Dolencias como la obesidad infantil o el tabaquismo (asociado a unos mayores niveles de estrés de quienes tienen menor renta) también están relacionadas con la desigualdad económica.

Patricia Ruiz de Irízar es la directora general de Políticas Migratorias, de reciente creación. Explicó que la población migrante está ligada a la pobreza y a la exclusión, hasta el punto de que el 60% está en riesgo. Entre menores, se llega al 75%. Destacó la necesidad de un plan de acogida y acompañamiento y de la coordinación con entidades locales y sociales, para lo que se han incluido subvenciones en los presupuestos que se aprobarán el próximo jueves.

María José Cortés, directora del Servicio de Inclusión, Igualdad y Convivencia del Departamento navarro de Educación, subrayó la importancia de la enseñanza para superar las diferencias y alertó del abandono escolar en tercero de Secundaria, que impide obtener una titulación y cierra las puertas a oportunidades como las de la Formación Profesional.