Un nuevo retrato de Jane Austen

La influyente fotógrafa de figuras de la cultura y del arte actual Autumn De Wilde, que también ha adquirido fama como realizadora de videoclips musicales de estética moderna, debuta en la dirección adaptando a Jane Austen con un guion de la novelista Eleanor Catton. Esta nueva “Emma” (2020) aporta un tratamiento del color en tonos pastel, junto con el talento para el retrato de la mujer que está detrás de la cámara. Eso en la vertiente artística, y en lo narrativo el folletín original se vuelve más vodevilesco si cabe, abundando en su tono de comedia ligera. En contra tiene el que se trata de un texto llevado al cine y a la televisión en numerosas ocasiones, con actrices como Doran Godwin en la versión televisiva de 1972, Alicia Silverstone en la actualización de ambiente estudiantil “Clueless” (1995), Gwyneth Paltrow en la “Emma” (1996) de Douglas McGrath, Kate Beckinsale y Romola Garai en las miniseries de 1996 y 2009, o la india Sonam Kapoor en la libre adaptación de Bollywood “Aisha” (2010).

Ahora es Anya Taylor-Joy quien toma el rol de Emma Woodhouse, con una divertida y colorista caracterización que se aleja de sus interpretaciones más oscuras. Aunque hay momentos en los que su insistencia como casamentera vocacional llega a acongojar al resto de personajes femeninos, sobre todo al de la joven Harriet Smith encarnado por Mia Goth, a la que trata de buscar pareja en un sinfín de enredos palaciegos, todos ellos filmados con gracia y elegancia. Como la que distingue a secudarios de lujos, entre los que sobresale una vez más Bill Nighy, que borda el afectado perfil hipocondríaco del padre de la protagonista. Tal vez se eche en falta la importancia de personajes que en la novela son vitales, pero a los que se les concede menos espacio en detrimento de otros que aquí adquieren mayor relevancia cómica.