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IVAN ESCAMEZ
PORTAVOZ DE LA PLATAFORMA BULTZA KIROLA EUSKADI

«El deporte escolar es algo esencial, y puede ser parte de la solución»

Este técnico vizcaino es uno de los portavoces de las más de 500 entidades reunidas en la plataforma, que ha pasado de enviar escritos al Gobierno de Lakua a reclamarle públicamente que permita el deporte escolar, porque también es cuestión de salud.


La plataforma Bultza Kirola Euskadi ha salido estos días a la calle a reclamar públicamente al Gobierno de Lakua que considere la práctica deportiva una «actividad esencial» y, en consecuencia, permita el deporte escolar. Las más de 500 entidades deportivas de todo tipo reunidas en la plataforma defienden que hacer deporte es saludable y necesario a nivel físico y emocional, y que es más segura una práctica bajo supervisión y un protocolo estricto que una prohibición que ha provocado que los entrenamientos se hayan sustituido por calle y pantallas.

En Bultza Kirola Euskadi han testado la situación y, tal y como señala a GARA Ivan Escamez, uno de los portavoces de la plataforma, han constatado a través de una encuesta que «la mayoría ha aumentado de peso, que el tiempo que destinaba al deporte lo destina ahora a jugar con la videoconsola o a estar con los amigos y en algunos casos a estudiar un poco más, pero que los hábitos se están modificando, que son hábitos más sedentarios, lo contrario de lo que llevamos promoviendo toda la vida».

Sostiene que como en las aulas se valora la relación riesgo-beneficio, la prohibición no es entendible cuando todos los estudios indican que la actividad física y la práctica del deporte «revierten en menos hospitalizaciones, menos enfermedades crónicas y mayor salud para combatir enfermedades».

Hacer deporte de manera individual es una opción, sí, pero no es lo habitual, tal y como expone. «No lo hace casi nadie, han bajado un montón las horas que se destinan a hacer actividad física entre niños y jóvenes y si no les damos opciones acaban destinando el tiempo que destinaban a hacer deporte a hacer actividades más peligrosas y menos beneficiosas».

«Más control que en la calle»

El hecho de que sea supervisado y pueda realizarse en muchos casos al aire libre son dos cuestiones reseñables para Escamez, que resalta que «están tratando el deporte como algo secundario cuando es algo para nosotros esencial y algo que puede ayudar a combatir la pandemia». «Al aire libre, mejor, pero en cualquier caso, se sigue un protocolo de distancias, mascarillas, lavado de manos, toma de temperatura... de forma que el riesgo es mínimo», según remarca. «Hay estudios que señalan que el 0,30% de todos los brotes son atribuibles al mundo del deporte, según Sanidad, con los millones de niños y niñas que practican deporte», agrega.

Por ello, desde Bultza Kirola Euskadi insisten en que «el deporte, si se regula bien, puede ser parte de la solución». A este respecto, apunta Escamez que el control es máximo, ya que &bs;«venían cambiados o se cambiaban en la grada o en grupos pequeños, no se estaban utilizando vestuarios ni duchas... mi sensación es de riesgo prácticamente cero, como padre y como entrenador y director deportivo de un club». En caso de registrarse un contagio, según indica, «el rastreo de ese positivo es mucho mejor que si se produce en la calle» y añade que «el tiempo que no se está en la calle, que se está entrenando, el control sobre esos jóvenes es mucho mayor que cuando no están haciendo deporte».

Como padre de hijos de distintas edades, resalta el hecho de que «en los entrenamientos hay una persona responsable que está pendiente de ellos», pero «cuando van con los amigos, no estoy encima de ellos para ver si llevan en todo momento la mascarilla bien puesta».

Por ello, afirma que la última decisión de Lakua de permitir el deporte federado pero no el escolar ha incrementado su «incomprensión y frustración, porque no entendemos la decisión (...) Creemos que están castigando a los críos sin necesidad, sin criterio». «Son muchos meses ya, y los jóvenes y los chavales lo están notando, igual no se nota ahora a corto plazo, pero a medio plazo se notará y si se sigue prohibiendo será peor», sostiene Escamez, que emplaza al Gobierno a mostrar en qué se basa para mantener la prohibición.