«Amnistia osoa»

Nunca ha sido tan imprescindible reivindicar la amnistía en estos tiempos de incremento exponencial del encarcelamiento por parte del sistema de justicia criminal estatal. Si queremos que salgan de la cárcel y no vuelvan a entrar, no tenemos más que mirar atrás y aprender del fracaso de las falsas vías, de la realidad catalana que, tras casi cuarenta años con transferencias, ha reproducido el mismo modelo punitivo. Pero también aprender del éxito de las experiencias invisibilizadas, tanto de reconciliación entre victimarios y víctimas, como de trabajo de las entidades de acompañamiento a las personas presas y expresas, demostrando cómo estas dejan de recurrir a las actividades que les han llevado a prisión, en la medida que cuentan con un mínimo apoyo residencial, económico, psicológico, judicial y sanitario.

Vamos mal engañándonos, creyendo que el camino es negociar individualmente su «reinserción» o unas transferencias de centros cerrados y de funcionarios dedicados a la vigilancia, si depositamos falsas esperanzas en una competencia que hace incompetente al Gobierno Vasco, dado que no podrá garantizar el cumplimiento de las condenas de las personas presas con residencia o arraigo aquí. Eso queda en manos del Estado. Entonces, ¿para qué mantener las actuales cárceles y construir una nueva en Zubieta? La repuesta la encontraremos en otro tipo de intereses no declarados –disfrazados de discursos «resocializadores»– que tienen que ver con el negocio de encarcelar.

El camino es otro. La alternativa es remplazar el encierro con otras respuestas no privativas de libertad, muchas de ellas contempladas en la ley y, sobre todo, aprender del trabajo existente en la sociedad civil y en el sistema de servicios sociales. Esta es la vía para conseguir la excarcelación, la amnistía y, más allá, una sociedad donde la actual «justicia» vengativa sea sustituida por una justicia restaurativa y social que, mediante procesos de reconciliación y políticas sociales dirigidas a los sectores tradicionalmente criminalizados, eliminen el recurso a la cárcel.