2021 ABU. 28 CRÍTICA «Ice Road» En Netflix se les congelan las ideas Mikel INSAUSTI No voy a entrar aquí a hablar de la discutible política de cine de autor que maneja Netflix, porque quiero ir directamente a las fórmulas de explotación que aplica al cine de entretenimiento, las cuales se basan en reducir el contenido y estilo de los clásicos de género a una mixtura de mal gusto, basada en el aprovechamiento al máximo de los recursos de producción para la fabricación en serie de películas como churros. “Ice Road” (2021) es un churro congelado, hecho con ideas ajenas mantenidas al vacío o a tan baja temperatura que es imposible que cobren vida o funcionen con un mínimo de fluidez. La descripción del mundo del transporte y las relaciones entre profesionales del volante son de un esquematismo que cualquier comparación con la road movie camionera de Sam Peckinpah “Convoy” (1978) es un insulto. Pero eso no es lo peor, porque Jonathan Hensleigh osa invocar al maestro Clouzot de “El salario del miedo” (1953), y también al brillante remake de William Friedkin “Sorcerer” (1977), para intentar activar una acción y un suspense que nunca traspasan la pantalla. No acaba ahí la cosa, porque el argumento es una pobre versión ficcionada de la serie documental “Ice Road Truckers” (2007-2017), sobre los camiones que atraviesan la ruta de hielo, la cual en muchos tramos está compuesta por lagos, ríos y canales helados, en lugar de carreteras, caminos o pistas forestales. Para darle más emoción en la película, el recorrido se hace en el mes de mayo, con el inicio del deshielo. Si la dramatización con sus villanos corporativos resulta poco creíble, de tan estereotipada, tampoco las escenas catastrofistas garantizan el gran espectáculo por culpa de un CGI que se siente artificioso. A Liam Neeson no le queda otra que tirar del carro una vez más y, a punto de cumplir los 70 años, se ve obligado a seguir ejerciendo de tipo duro, porque queda claro que no hay relevo generacional.