2022 OTS. 17 «Reaching Out», de Thomas J Price, se exhibe en Chillida Leku «Reaching Out», de Thomas J Price (Londres, 1981), se exhibe en la campa de Chillida Leku hasta el 30 de mayo. Es una escultura de tres metros de altura que representa a una joven negra mirando un teléfono móvil que sostiene entre sus manos. GARA HERNANI «La muestra dedicada a Eduardo Chillida que se celebró en Hauser & Wirth Somerset el pasado verano coincidió con una exposición paralela de Thomas J Price que nos dio la oportunidad de sentir el diálogo entre las obras de ambos escultores», explicó en el acto de presentación de ayer Mireia Massagué, directora del museo. «Utilizan técnicas diferentes, con resultados muy distintos, pero apreciamos un claro puente entre ellos con valores como la tolerancia o la diversidad, por este motivo nos pareció una propuesta interesante para que los visitantes del museo puedan descubrir a este artista contemporáneo y conocer su obra en relación con Chillida», remarcó. “Reaching Out” (2020) es una escultura de tres metros de altura que representa a una joven negra mirando un teléfono móvil que sostiene entre sus manos. La obra de este artista se caracteriza habitualmente por retratar a personas negras, haciendo una crítica de la visión limitada e inadecuada de ellas a lo largo de la historia del arte. Esta es, además, la segunda vez que crear una figura femenina, también infrarrepresentada históricamente en la obra pública. Material Tanto el material empleado para realizar la obra –bronce al silicio–, como su tamaño –excede considerablemente la escala de una persona real– sitúa a este personajes en el espacio físico y simbólico del monumento, y o el de la persona que lo observa. De esta forma, abre una reflexión acerca de la representación y del poder. «Las figuras que hago o se parecen en casi nada a los personajes que se suelen ver representados en bronce, que es un material caro normalmente reservado para la celebración o engrandecimiento de un individuo o un movimiento», señaló ayer Price en el acto de presentación de la obra ante los medios de comunicación. Su trabajo interpela al público. “Y si, en lugar de celebrar la excelencia diéramos reconocimiento a lo cotidiano?”, es la pregunta que lanza al aire. Al igual que el resto de las esculturas del artista británico esta pieza no retrata a una persona en concreto, sino que es un retrato ficticio construido a través de la mezcla de múltiples imágenes de personas anónimas captadas por las calles. A esta reflexión sobre la notoriedad y la representación se suma el tema de la hiperconectvdad y el paradójco aislamiento en el que vivimos actualmente debido al uso de las tecnólogías. «El hecho de que el personaje aparezca mirando un teléfono móvil tiene una doble significación», indicó Estela Solana, responsable de exposiciones del museo. La diferencia de escala y la falta de contacto visual con el espectador contribuye a la percepción de que este personaje no está conectando o compartiendo espacio con quien lo contempla, sino que se sitúa en un plano diferente, invitando más a la reflexión que a la interacción. Por otro lado, el protagonismo del smartphone en la obra pone sobre la mesa otro de los temas clave que esta escultura aborda: el papel central de los dispositivo electrónicos en nuestra socialización, cotidianidad, cultura y paisaje urbano. La instalación temporal de la obra es el punto de partida para visitas guiadas, conferencias y talleres, dirigidos a diferentes públicos. La programación de actividades se puede consultar en la web del museo (www..museochillidaleku.com). La escultura estará expuesta hasta el 30 de mayo. HAUSNARKETAObrak errepresentazioari eta botereari buruzko hausnarketa irekitzen du. «Egiten ditudan irudiek edo ia batere antzik ez dute brontzez irudikatuta ikusi ohi diren pertsonaiekin, material garestia baita, normalean norbanako baten edo mugimendu baten ospakizunerako edo handitzerako erreserbatua», adierazi zuen atzo zuzendariak berak.