2022 API. 26 O barbarie Josu MONTERO Escritor El capitalismo parece haber logrado fabricar al fin el tipo de individuo que le corresponde: uno perpetuamente distraído y zapeando de un goce a otro, sin memoria ni proyecto”. ¡Esto lo escribió Cornelius Castoriadis en los años 90! El heterodoxo pensador y agitador greco-francés nacido en Estambul hace cien años y fallecido en París hace veinticinco fue tan lúcido como profético. Fundador de Socialismo o Barbarie, afirmó: “El poder de la población no puede consistir en domingos de libertad política que suceden a semanas de esclavitud laboral”. Propugnaba una democracia plena y participativa que fuera un cruce entre la polis griega y una Ilustración nueva que no estuviera sujeta a dioses como la Razón y la Ciencia; fue así también precursor de la necesidad de romper con ese horizonte del crecimiento ilimitado y de la acumulación sin medida. Perseguido en la guerra civil que siguió en Grecia a la Segunda Guerra Mundial tanto por los fascistas como por los estalinistas, tuvo que exiliarse en París. Denunció allí la deriva autoritaria soviética enfrentándose con ello a Sartre; muchos años después el gurú del existencialismo reconoció: “Castoriadis tenía razón, pero en el momento equivocado”, a lo que este respondió: “Sartre vivió equivocado en el momento oportuno”. Releo estos días libros de Jorge Riechmann (Madrid, 1962), poeta y activista y pensador y admirador de Castoriadis y muy partidario de eso de Socialismo o Barbarie. Leo aquí: “¿Europeos con conciencia limpia? Sonámbulos o pazguatos. La nuestra es la tradición –venerada, enriquecida, historiada, incansablemente hermoseada– del genocidio”. Y allí: “Cada almendro que se ve obligado a ceder su lugar al asfalto es una derrota para la civilización. (Quizá no para lo que ellos llaman progreso, pero sí para la civilización)”.