2022 MAI. 05 CRÍTICA «Dónde está Anne Frank» Horror y reflexión desde el pasado al presente Koldo LANDALUZE Pasado y presente se han dado cita en esta interesante película de animación que es fruto del reto que aceptó el director Ari Folman cuando la Fundación Ana Frank le propuso llevar a cabo este filme. La subversión del espacio y el tiempo, la mirada que llega del pasado al presente, se traduce en la aventura iniciática que emprende Kitty, la amiga imaginaria de Ana Frank a la que le dedicó su diario. Asumido su rol protagonista, la joven despierta en el futuro, dentro de la casa de la niña que la imaginó en Amsterdam, y se embarca en una aventura para encontrar a su mejor amiga convencida de que se encuentra sana y salva en algún lugar de Europa. De esta forma, y a través de la mirada y la sorpresa constante de Kitty, el espectador se coloca ante el espejo de una realidad cruda y dolorosa. El autor de la referencial “Vals con Bashir” (2008) y del no menos interesante acercamiento al imaginario de Stanislaw Lem que cobró forma en “El congreso” (2013), ha optado en esta oportunidad desarrollar una obra que, en su base, tiene como objetivo trasladar la tragedia del Holocausto judío a los niños. De esta manera, la infancia sirve como eje central de una película dentro de un mensaje didáctico basado en la necesaria mirada al pasado, la Europa asolada por la segunda guerra mundial, y el presente, centrado en la situación que padecen los refugiados en un contexto social y político que aparece haber olvidado los desastres del pasado. A través de un trazo sutil y delicado, Ari Folman ha elaborado un largometraje inteligente y bienintencionado en el que la animación le permite jugar con un estilo en el que las fantasías de la protagonista alternan la visión más pesadillesca en clave de tragedia griega o, incluso, llega a conjurar a celebridades de la historia del séptimo arte en tono más desenfadado, como es el caso de un siempre heroico y sonriente galán hollywoodense Clark Gable.