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Desalojan Nagusien Etxea de Erromo, pero un juez ordena que no se derribe

Un amplio despliegue policial rodeó de madrugada Nagusien Etxea de Erromo. El presidente de la asociación indicó que los agentes entraron sin orden judicial porque todavía hay un recurso pendiente de resolver. Por la tarde, un juzgado de Bilbo ordenó al Ayuntamiento de Getxo, como medida cautelar, que se abstenga de proceder al derribo.

Agentes de la Ertzaintza custodian la entrada de Nagusien Etxea, en Erromo. (Marisol RAMÍREZ | FOKU)

Agentes de la Policía Municipal de Getxo entraron la madrugada de ayer en Nagusien Etxea de Erromo para llevar a cabo el desalojo de un edificio por el que diariamente pasaban 300 personas a realizar distintas actividades. Protegidos por la Ertzaintza, los trabajadores municipales y de la empresa Redenor comenzaron el cercado.

Sobre las 06.00, agentes locales accedieron al inmueble para tapiar las puertas con unas planchas. Según denunció el presidente de Ibar Nagusien Etxea Elkartea, Paco Rama, no contaban con orden judicial para entrar. Además, miembros de la asociación habían presentado un recurso contencioso administrativo que está aún sin resolver, por lo que consideraban que esta actuación era ilegal.

«Vamos a ir al juzgado para denunciar al jefe de la Policía Local, porque entendemos que ha cometido un delito al no tener orden judicial para entrar, y pedir medidas cautelarísimas a ver si paran esto», explicó por la mañana Rama a GARA. No obstante, temía que el derribo fuera «inminente», ya que, protegidos por el amplio despliegue policial, trabajadores de Redenor avanzaban en la colocación de las bases de una valla a lo largo del edificio.

Ya por la tarde, el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Bilbo ordenó al Ayuntamiento de Getxo «que se abstenga de proceder al derribo o actuación semejante» hasta que el propio magistrado encargado del caso no levante esta medida.

Mientras se realizaba el precinto, decenas de personas acudieron a las inmediaciones para protestar contra el desalojo y a las 12.00 se llevó a cabo una concentración ruidosa en la calle Lope de Vega. Entre el repicar de cazuelas y el sonido de silbatos, carracas y tambores, el centenar de concentrados gritó proclamas como «Eraisketarik ez!» o «Nagusien Etxea aurrera!», mientras instaba a «dejar de trabajar» a los empleados encargados de montar la valla.

«Derribar y volver a construir»

El expresidente de Ibar Nagusien Etxea Elkartea Rafa Martín recordó que el Ayuntamiento ha ido cambiando el plan pensado para el edificio. «En un principio querían construir viviendas, luego viviendas de protección oficial, más tarde viviendas para mayores y jóvenes, y al final el centro intergeneracional. El único hilo conductor de todos los planes es derribar el edificio de Nagusien Etxea. Eso es lo que da dinero: derribar y volver a construir», criticó. Y denunció que hayan aprovechado el mes de agosto, «una vez que han terminado las fiestas y la gente se ha ido fuera», para comenzar el desalojo.

La actuación contra Nagusien Etxea también provocó la reacción de los grupos de la oposición. Sobre el momento elegido para llevarlo a cabo, el concejal de EH Bildu en el Ayuntamiento getxoztarra Ibon Rodríguez criticó en su cuenta de Twitter que los partidos del Gobierno local hubieran enviado a la Policía Municipal y a la Ertzaintza «a derribar ilusiones, pisotear el diálogo e imponer sus obsesiones, con ‘agosticidad’ y faltas al respeto a personas mayores y a Romo».

Elkarrekin Podemos, que junto a EH Bildu ha participado los últimos años en las protestas contra el plan de derribo, lamentó que «el equipo de Gobierno no ha recapacitado y ha dado definitivamente la espalda a las personas mayores de Romo», recordando que en campaña electoral el PSE «se posicionó contra el derribo de la Nagusien y el Euskaltegi, y hoy hacen seguidismo ciego del PNV».