2022 IRA. 27 París ultima sus cuentas sin aclarar cómo sacará su reforma de pensiones El Gobierno francés abordó ayer el debate del proyecto de Presupuesto sin que al final de la reunión quedara aclarado el enigma principal. Habrá que esperar unos días para saber si Emmanuel Macron opta por adosar su reforma de las pensiones a las cuentas de la Seguridad Social o da opciones a un debate parlamentario específico. El viceministro francés de Cuentas , Gabriel Attal, y el titular de Economía, Bruno Le Maire. (S. DE SAKUTIN | AFP) GARA PARÍS El Gobierno francés deberá decidir a lo largo de la semana si incluye o no la reforma de las pensiones en la tramitación de los Presupuestos o, por el contrario, acepta que el Parlamento aborde un debate específico de esa reforma angular. Así lo hizo saber ayer el ministro delegado para las Cuentas Públicas. Gabriel Attal defendió, al tiempo, un proyecto de Presupuestos que calificó como «protector». El proyecto de ley contempla que, aunque no al nivel de 2022, se mantenga el llamado escudo tarifario. Si este año la medida de intervención gubernamental ha permitido que las facturas de gas y electricidad no suban más allá del 4%, para el año 2023 el Ejecutivo fija el objetivo de que la subida no supere el 15% (unos 25 euros/mes). Por su parte, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, aseguró que ese escudo permite al Estado francés mantenerse en «cifras más bajas de inflación» (5,9% en agosto) que otros Estados de la UE. Y aseguró que en 2023 la economía crecerá a un ritmo del 1%. De esta forma, Le Maire desacreditaba el contenido del informe dado a conocer el fin de semana por el Alto Consejo de Finanzas Públicas. Ese organismo tachó de poco ambiciosa la previsión de reducción del déficit del 5% al 2,9% de aquí a 2027, y revisó, al mismo tiempo, a la baja la previsión de crecimiento de la economía, fijada por el Ministerio de Economía, al estimar que la economía francesa no crecerá más allá del 0,6% en 2023. El Presupuesto, y su medida estrella del escudo tarifario no convenció, sin embargo, a la oposición. Así la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes) reclamó, una vez más, que se tasen «los superbeneficios de las empresas». El presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional francesa, Eric Coquerel (France Insoumise-Nupes), estimó tras hacerse público el borrador de las cuentas, que «los desembolsos previstos por el Estado son insuficientes para responder a la crisis ecológica y social». Ni rastro de las pensiones Laprimera ministra, Elisabeth Borne, había acudido por la mañana al matinal de la cadena de televisión BFMTV, donde confirmó que la aprobación del proyecto relativo al sistema de pensiones «es una prioridad» porque su contenido debe poder aplicarse, ha confirmado, «desde el año próximo». Sin embargo, en la comparecencia tras el Consejo de Ministros, el titular de Sanidad, François Braun, no hizo mención alguna a la reforma con la que el Gobierno quiere retrasar de forma progresiva la edad de jubilación hasta los 65 años de edad. La edad de referencia en que se puede cobrar la pensión de jubilación -siempre que se hayan cotizado 172 trimestres- está fijada actualmente en 62 años de edad. El silencio de Braun sobre esa cuestión daba a entender que no se ha cerrado el debate en el seno del Ejecutivo sobre una reforma que plantea dudas a los centristas de François Bayrou, aliados indispensables para un Gobierno que solo dispone de una mayoría relativa en la Asamblea Nacional. Los de Macron necesitarían convencer, además, a algún otro grupo para hacerse con los 40 votos suplementarios que le permitirían sacar adelante su proyecto. Eso, o dar la espalda al Parlamento, optando por sacar la reforma mediante el artículo 49.3 de la Constitución francesa, al que Borne se refirió en su entrevista matinal como «uno de los dispositivos de que dispone el Gobierno en caso de bloqueo». Esa aprobación por decreto sería un arma de doble filo, ya que dejaría a la oposición ante la opción de activar una moción de censura. Ya en julio, la Nupes activó ese mecanismo al calor del relevo al frente de Matignon, y aunque la moción no prosperó -fue rechazada por 146 de los 577 parlamentarios que componen la Cámara baja-, sirvió a la coalición para marcar perfil como única oposición a «la agenda antisocial» del Ejecutivo de Borne. Sin embargo, dada la oposición de Rassemblement National a la propuesta de Macron sobre las pensiones, la presentación de la moción de censura parece ahora una maniobra arriesgada, ya que el macronismo no dudaría en equiparar a la izquierda con la ultraderecha, en un discurso que, de por sí, practican ya en otros temas los medios de comunicación próximos al Gobierno. «Junto al presidente, tomaremos la decisión de aquí al fin de semana», se limitó a apuntar la primera ministra gala sobre una reforma que levanta ampollas. BERRIZTAGARRIAKExekutiboak berriztagarriak garatzeko plan bat onartu zuen atzo, eolikoak edo eguzki panelak ezartzeko baimenak arintzea aurreikusten duena. Talde ekologistek esan dute, azkenean, Frantziako Estatuak uko egin diola atzerrian energia fosilen bilaketa finantzatzeari.