2022 AZA. 10 LA RED SOCIAL CAMBIA DE MANOS Las precarias cuentas de Twitter Los nuevos dueños de Twitter, encabezados por Elon Musk, tienen prisa por recortar gastos y aumentar los ingresos de la red social. La razón es que en la operación se han endeudado y han endeudado a la compañía que acaban de adquirir, lo que les exige exprimir al máximo las cuentas de Twitter en una coyuntura económica poco favorable. Isidro ESNAOLA Elon Musk cerró la compra de Twitter por 44.000 millones de dólares el pasado 27 de octubre. Desde entonces, las noticias en torno a esta adquisición son constantes y muchas de las primeras decisiones están relacionadas con el modo en el que el nuevo dueño debe lidiar con las cuentas de la compañía para hacer frente a la deuda que la propia operación ha generado. Al adquirir todas las acciones, Twitter dejó de cotizar en Bolsa, con lo que no está obligada a hacer público su balance de forma periódica. Una dificultad añadida para saber cómo le van las cosas al nuevo dueño de la red social. Hay, sin embargo, algunos datos que dibujan un panorama bastante complicado. Nada más llegar, Elon Musk anunció que cobraría una cuota por la verificación de autenticidad de las cuentas de 8 dólares mensuales. Una nueva fuente de ingresos al margen de la publicidad, que sigue siendo su principal entrada de efectivo. Una semana más tarde, comunicó el despido de la mitad de los 7.400 trabajadores de la red social. Todavía no está clara cuál será la cantidad definitiva. Los nuevos propietarios de Twitter están tratando al mismo tiempo de reducir costos y de aumentar ingresos. ¿Y por qué esa urgencia? Los números de la adquisición En primer lugar, porque Elon Musk y sus socios solamente pusieron alrededor de 30.000 millones de dólares del precio total. El resto es un crédito de unos 13.000 millones que está garantizado con los activos de Twitter. Es decir, se trata de una compra apalancada en la que el comprador adquiere algo y para pagarlo pone como garantía la empresa adquirida. De este modo, Musk ha cargado sobre la compañía 13.000 millones más de deuda. Según el último balance hecho público por la empresa en junio, Twitter tenía 5.290 millones de deuda antes de la adquisición. No se sabe si fue refinanciada antes de la compra o sigue en la empresa. En cualquier caso, habría que sumar los 13.000 que le ha endosado la operación de compra de Musk. Reuters calcula que la deuda le obligará a hacer pagos por unos 1.200 millones de dólares los próximos 12 meses, que pueden ser más si los tipos de interés continúan subiendo. Por el lado de los ingresos, Musk ha informado de que, desde que compró Twitter, la compañía ha perdido unos 4 millones de dólares diarios. A finales de junio, el flujo de caja de la red era de unos 1.100 millones mensuales, por lo que desde que entró Musk, Twitter estaría perdiendo algo más del 10% de sus ingresos. Al parecer, algunas grandes compañías han suspendido sus campañas publicitarias en esa red social, a la espera de ver qué dirección toma la compañía con sus nuevos dueños. En cualquier caso, los analistas de S&P consideran que la crisis económica también afectará negativamente a sus ingresos publicitarios. Además, estiman que Twitter es más vulnerable que otras redes sociales a estos recortes. La razón es que la mayor parte de la publicidad que gestiona está relacionada con la imagen de marca, y esos anuncios son precisamente los que primero desaparecen en tiempos de crisis como los actuales. En otras redes sociales, el peso de la publicidad que involucra una respuesta de los consumidores es mayor y suele menguar menos en tiempos de crisis. Por último, la compañía contaba con 2.700 millones de efectivo a finales de junio, pero no se sabe qué ha ocurrido con ese remanente. Los gastos de funcionamiento En cuanto a los gastos, Twitter tuvo unos 5.600 millones de dólares de gastos en 2021. El despido de la mitad de la plantilla -si se confirma- supondrá un importante ahorro de costes. Otros ahorros que podría acometer están relacionados con infraestructuras, servidores y servicios en la nube. En conjunto, los analistas calculan que debería reducir los gastos de la compañía en unos 1.000 millones anuales, esto es, un 18% del total actual. Incluso si Elon Musk consigue cuadrar las cuentas y cumplir con los pagos periódicos de la deuda, es posible que alguno de los bancos que respaldaron la adquisición necesite reducir su deuda. En ese caso, tendría que vender su participación en la red social y si las perspectivas de negocio no son buenas, es probable que tenga que hacerlo con un importante descuento. De este modo, si la actividad en Twitter decae de manera significativa, se puede convertir en una operación realmente ruinosa para todos los compradores involucrados. En conjunto, los analistas calculan que debería reducir los gastos de Twitter en unos 1.000 millones anuales, esto es, un 18% del total. Al parecer, algunas grandes empresas han suspendido sus campañas publicitarias en la red, a la espera de ver qué dirección toman los nuevos dueños.