Salida de emergencia

Un trabajador británico se ha dirigido al registro civil y ha cambiado su nombre por el de Fire Exit, Salida de emergencia. Este ciudadano, antes conocido como Deano Wilson, de cuarenta y un años, se ha hecho muy popular y argumenta que su nuevo nombre es más universal que el de Elton John. Entre las múltiples ventajas que encuentra en su nueva filiación es que, si se va la luz en cualquier edificio o establecimiento, su nombre queda iluminado. Asegura que la gente le reconoce por las calles y los pubs y que se ha ganado varias invitaciones. Un triunfo absoluto.

Una mirada superficial al momento económico y político nos coloca en el paraíso del eufemismo, a lomos de esa nueva versión del diablo llamada ChatGPT, que nos indica que lo sucedido con la quiebra del Silicon Valley Bank puede aliviar la subida de los tipos de interés a la ciudadanía de tropa. Todos los bancos están endeudados y si deben devolver el dinero a los otros bancos al interés actual, se produce la quiebra. O eso se sobreentiende con ciertas decisiones, entre ellas, que el Euribor ha bajado medio punto de repente. Este marcador nos dice a qué interés se prestan el dinero entre ellos. ¿No les parece una historia deliciosamente aleccionadora?

En plena tormenta legislativa, con decisiones sobe leyes que cuesta entender a la primera lectura, lo patético de Garamendi y su clon ideológico Feijóo sobre la reforma de la ley de jubilación entra en lo inusualmente comprensible. Lo suyo es regresión dislocada. Dicen no mucho antes de leer o pensar. Salida de emergencia.