2024 UZT. 19 BIRRA BAT CERVEZA BELGA, Y A CANTAR GREGORIANO En la abadía de Grimbergen han vuelto a fabricar cerveza 200 años después. (Grimbergen / PR Newswire | E.PRESS) Pensamos en una abadía y vemos un grupo de monjes entre rezos y cantos gregorianos, pero también deberíamos pensar en cerveza, pues si en la historia ha habido maestros cerveceros, esos han sido los monjes. Todo empezó en el siglo XII, cuando la Iglesia católica concedió autorización a las abadías francesas y flamencas para fabricar y distribuir cerveza como fuente de financiación. Tenían tiempo libre, conocimientos sobre la producción y muchas tierras para cultivar, lo que hizo que algunos monasterios se convirtieran en auténticas industrias cerveceras. En 1516 en el llamado Sacro Imperio Romano se dictó una Ley que establecía que la cerveza solo podía contener cebada malteada, lúpulo y agua. Flandes quedaba fuera de esa jurisdicción, por lo que en sus abadías se continuó produciendo con todo tipo de cereales para hacer una gran variedad de cervezas. De aquí parte la tradición cervecera belga. En Euskal Herria la cervecera artesanal Brew & Roll prepara Irati, una belgian dark strong ale que tiene el aroma complejo de las levaduras belgas pero menos dulce que en las versiones tradicionales. Con un potente perfil maltoso con matices tostados, sus 8,1º están muy bien integrados y es fácil de beber. Perfecta para cantar gregoriano. O incluso sin cantar. Gorka IKATZA