2024 URR. 18 DE REOJO Deslocalizar el problema Raimundo FITERO Se está escribiendo la historia de la vergüenza con el trato que se está dando a las personas que buscan en otros lugares de su nacimiento posibilidades de supervivencia y de inserción en un futuro que visualizan como mejor que el que dejan atrás. Pero esta vieja Europa está cargada de prejuicios y dirigentes que no entienden de otra cosa que no sea una economía deshumanizada. La situación es de una contradicción exasperante. Todos los informes y estudios sobre las próximas décadas indican la necesidad de tener migrantes que vayan ocupando los puestos de trabajo necesarios para mantener el nivel vida de las poblaciones locales, pero por otro lado las corrientes de extrema derecha pelean con todo su cinismo contra las masas de emigrantes que llegan en condiciones pésimas, estigmatizándolos como causantes de todos los males. Y las soluciones que están implementando son todo menos coherentes con una noción democrática y defensora de los derechos humanos. Meloni ha llegado a un pacto con Albania y desplaza a unos centros de acogida que parecen prisiones a un número determinado de migrantes. El primer envío ha tenido problemas porque iban menores. Y empezamos con otro calvario para esas personas. Países Bajos está estudiado otra jugada todavía más estrambótica, llevarlos a Uganda. Es decir, no prevalece el derecho de las personas sino las paranoias de los estados y sus políticos. Clasismo, racismo, esclavismo, todo mezclado creando una náusea insoportable que nubla la vista. Deslocalizan el supuesto problema, pero la realidad no desaparece.