Reunión presencial

Mires por dónde mires, en las fotos y vídeos que llegan desde Kazán, la ciudad rusa donde se celebra la cumbre de los Brics, vas a encontrar datos estéticos y gestualidades que te ayudarán a entender una parte de la realidad mundial, porque más de una decena países de un peso relevante en la esfera internacional convocados por Putin están lanzando un mensaje claro a eso que llamamos con bastante ligereza Occidente, por lo que podríamos intuir que se trata de un aviso serio para que los estrategas del eje otanista comprendan que existe una guerra tibia latente.

Detrás de esos posados y en términos contables abarcan un 30% de la superficie de la Tierra y un 45% de de su población; producen el 40% del petróleo, el 25% del valor de las exportaciones y dos quintos del comercio global, sin adentrarse en sus ejércitos y su capacidad de respuesta, en conjunto, es una tesis completa para aconsejar a todos cuantos se ponen a cacarear consignas pretéritas y lanzan miedos propios convertidos en bulos y terror mediático para que estudien la situación global y mediten con más profundidad y calma sus decisiones inmediatas y estratégicas.

La reunión llega en un momento muy especial y, como casi todo está vinculado, las elecciones en los Estados Unidos tienen algo que ver. Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, encabezan el movimiento al que se han unido Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía y, probablemente, al final de esta cumbre se incorporarán varios países más. Una alternativa para equilibrar las influencias.