GARA Euskal Herriko egunkaria
KIROLA

La Real golea con fortuna y el Eibar conquista Valdebebas

Las donostiarras remontan (4-1) con polémica el gol inicial del Espanyol y alcanzan al Atlético. Un tanto de Andrea Álvarez tumba al Real Madrid.

Las azulgranas celebran el gol de Andrea Álvarez, que les dio la victoria en Madrid. (SD EIBAR)

Domingo redondo para el fútbol guipuzcoano. La Real goleó al Espanyol para alcanzar al Atlético en la clasificación, en vísperas de afrontar la Supercopa. Precisamente ante su rival en la semifinal del jueves, el Eibar protagonizó la campanada de la jornada.

REMONTADA

Sufrió la Real antes de disfrutar. No solo porque el Espanyol se adelantó a los diez segundos de partido, sino sobre todo por lo que le costó contestar. Se puso manos a la obra de inmediato, pero pocas veces metió al juego la velocidad necesaria como para quebrar a un rival concentrado.

La suerte se puso de su lado al cuarto de hora de la reanudación. La árbitra se comió un penalti de Intza y, mientras las pericas protestaban, la contra local acabó con el gol del empate. Un cabezazo cruzado de Franssi inalcanzable para Salvador, que llevaba dolorida cinco minutos tras una fuerte caída y que, de hecho, abandonó el campo tras encajar.

En ventaja, la Real se sintió más cómoda. Achuchó con intensidad creciente y sentenció con tres goles en siete minutos: chutazo de Lucía Pardo, cabezazo de Cahynová -que jugó la segunda parte como central- y rebote en propia puerta de Laia Ballesté que no debió valer porque Amaiur inició la acción en fuera de juego.

DOS PROTAGONISTAS

No podría entenderse una victoria sin el trabajo coral del equipo y menos aún la del Eibar ante el Real Madrid, por mucho que Alberto Toril reservara a integrantes de su once de gala, pensando en la semifinal de Supercopa. Pero de la gran actuación conjunta en Valdebebas sobresalieron dos nombres: Miralles y Andrea Álvarez.

La castellonense firmó no menos de media docena de grandes intervenciones, para frustración sobre todo de Alba Redondo. Y eso hizo bueno el gol que lograba su compañera a la media hora, cuando robó el balón a Lakrar y, viendo a Chavas adelantada, marcó con un disparo desde treinta metros.

Después, el Eibar se recubrió de teflón para proteger el triunfo más dulce.