2025 API. 07 AZKEN PUNTUA Hábil Iñaki LEKUONA Profesor Cuando en abril de 2013 Marine Le Pen reclamaba la inhabilitación para cargo público de por vida para aquellos condenados por corrupción y fraude fiscal, añadía a la lista a los condenados por favoritismo, por desvío de fondos públicos o por crear empleos ficticios. Una docena de años después, condenada por malversación a cuatro años de cárcel que deberá cumplir en casa, a cien mil euros de multa y a una pena de inelegibilidad de cinco años, habla ahora de parcialidad judicial, de ataque a la democracia y de persecución política hasta el punto de compararse con el finiquitado opositor ruso Alekséi Navalni y hasta con el propio Martin Luther King en una línea argumental surrealista digna de esos guiones de serie B en los que los momentos solemnes parecen chistes. Pero sucede ahora que nada de lo que está ocurriendo es gracioso, porque las miles de personas congregadas ayer en París en apoyo a la ultraderecha vienen a recordar que la verdad no tiene influencia alguna en el populismo, monstruo que engorda alimentándose de presuntas vejaciones y victimismos. Le Pen será inhábil para presentarse en las presidenciales de 2027, pero su formación, con una puesta en escena de lo más hábil y con un 33% de intención de voto en los sondeos, está hoy más que nunca habilitada para asaltar el Elíseo.