PAOK de Salónica, cuando en el basket heleno mandaba el norte

Jugadores como Fassoulas, Stojakovic, Prelevic, el bilbaino Juanan Morales o los otrora hombres de negro Fred Weis y Kostas Vasileiadis lucieron su camiseta. Su última final europea fue el 12 de marzo de 1996, cuando cayeron ante el Baskonia en Gasteiz.

Unos 500 seguidores helenos estarán en las gradas del Bilbao Arena esta noche a las 20.00 para el partido de ida de la final de la FIBA Europe Cup entre Surne Bilbao Basket y el PAOK de Salónica, un histórico del basket griego venido a menos, sobre todo desde que el los dineros de los mecenas fueron a caer en los grandes clubes capitalinos, como son Panathinaikos y Olympiacos.

Pero en la casi centenaria historia del equipo de la Macedonia helena, al norte del país, consta de un pasado glorioso. Creado en 1926, el PAOK -La Organización Atlética Pantesalónica de Constantinopolitanos- posee dos ligas griegas, logradas en 1959 y 1992, tres Copas, obtenidas en 1984, 1995 y 1999. Y además, dos títulos europeos, como son la Recopa de 1991, conquistada a sangre y fuego contra el CAI Zaragoza de Manel Comas, y la Copa Korac de 1994.

En la Recopa, llegaron a dos finales más, en 1992 y en 1996, un 12 de marzo en el que visitaron el Araba Arena de Gasteiz y cayeron derrotados por 88-81 ante un Taugrés que, tras perder las finales de Recopa de 1994 y 1995, no iba a dejar pasar esta oportunidad.

LA LOCURA DE COMAS

«Sabíamos del potencial del PAOK, y por eso se sorprendieron tanto Josean [Kerejeta] y Alfredo [Salazar] cuando les dije que estaba convencido de que íbamos a ganar. Estábamos concentrados en el Parador de Argómaniz y camino a Gasteiz Josean y Alfredo me decían que ‘Manel ha perdido la cabeza’».

Manel Comas recordaba de los avatares de los días previos y de la final ante un PAOK que ya no iba a durar mucho más, pero que tenía en sus filas a jugadores como Prelevic -34 puntos-, Stojakovic -20 puntos antes de irse a los Sacramento Kings- o Rentzias -12 puntos-.

Curiosamente, la cuarta pata de aquel PAOK, el pívot norteamericano Dean Garrett, había hecho unas declaraciones despectivas sobre Ramón Rivas. La respuesta del boricua fue inmejorable: partidazo con 31 puntos, sosteniendo al equipo y «rosco» del bueno de Garrett, que se fue eliminado por faltas sin sumar un solo punto.

Pese a la derrota por 88-81, el entrenador Zeljko Lukajic dijo que «tenemos jugadores jóvenes como Rentzias y Stojakovic, que hicieron una gran actuación. Este equipo tendrá la oportunidad de jugar más finales en los próximos años». Pero Lukajic sería cesado a los pocos días y sería sustituido interinamente por un joven Dimitris Itoudis, que debutaba como primer entrenador. Este dirigió al PAOK en los play-offs, pero fracasó en el intento de volver a meter a los de Salónica en la Euroliga.

Pocos días después Rentzias y Stojakovic serían elegidos en la primera ronda del draft de la NBA. Después de aquella final, nada sería lo mismo. A excepción de la Copa de Grecia ganada en 1999, el PAOK no conquistó ningún título más.

CRIADOS EN LA DERROTA

En verano de 1999 Prelevic se marcharía a la Virtus de Bologna y tanto Rentziás como Stojakovic se largarían en los años siguientes. El PAOK -club proveniente del colectivo de griegos de Constantinopla- representa a la pérdida de territorios del Imperio Bizantino. Tras 1999, la «gloria imperial» se diluyó.

En lo que respecta al basket, formó parte de la primera explosión del baloncesto heleno, con la rivalidad con el Aris de Gallis y Giannakis, y en el que han militado ‘la Araña’ Fassoulas, Zoran Savic, el ganador de dos anillos de la NBA Cliff Levingstone, el bilbaino Juanan Morales y dos jugadores que dejaron huella en Bilbo como Weis y Vasileiadis.

Las andanzas del PAOK pasan por debajo del radar y en su semifinal ante el Cholet fue el cuadro francés quien partía de favorito; más aún cuando ganó en Grecia por 88-89.

Shavar Reynolds (14,8 puntos) y Frank Bartley (14,8) son los principales referentes del PAOK, aunque Rafa Pueyo subrayaba al heleno Dimitrios Katsivelis como su «termómetro». En la vuelta fue Bartley, con 29 puntos, el que llevara la semifinal primero a la prórroga y a la final después: 88-90.

En total, 12 victorias, un empate y tres derrotas jalonan su camino. El norte de Grecia reinó una vez, y si perdió su última final europea en Euskal Herria, quiere empezar a reconquistarla hoy mismo.