En la casillla cárcel

Atentos a los acontecimientos judiciales, porque resultan la expresión máxima de la oposición al legítimo gobierno de coalición. Las togas se funden en manifestaciones, fotos frente a los juzgados acompañados de Vox, una huelga para defender unos intereses adquiridos por casta y, lo más importante, los autos que emanan de los juzgados donde son implacables con todo aquello que pueda deteriorar el actual estatus, y condescendientes, y hasta cómplices, con todo lo que tenga que ver con la extrema derecha bicéfala. Es un plan magníficamente organizado que va cumpliendo sus etapas de manera diligente.

Al turrón, Santos Cerdán está en Soto del Real, prisión donde han convivido grandes delincuentes del PP más aznarista junto a los afectados por el delirio del Tribunal Supremo con los dirigentes del procés. Ya estamos en esa casilla, por lo que la imagen del PSOE se está derretiendo como una barquillo de caramelo a la vista de todos. En el talego, las creencias y las decencias se pierden en el primer sonido de la primera cerradura. Pasa a ser cuerpo de delito, portada de periódicos, apertura de telenoticias y material de derribo para los columnistas de la brigada de zapadores pregolpistas, a los que cada día se unen más los que tienen dudas razonables, aunque pongan la presunción de inocencia como quien pone una vela a la virgen de los milagros.

Nos esperan días de calor y fulgor ultra. Nadie va a dormir tranquilo, por las noches tropicales y los días de agitaciones judiciales en cadena. Y faltan treinta y uno para agosto, vacaciones y temporada inhábil en los juzgados.