Encierro roto en Santo Domingo tras la caída de tres Fuente Ymbro

Los encierros de sanfermines se iniciaron con una complicada carrera marcada por la caída de tres toros en Santo Domingo, de los que dos quedaron rezagados el resto del recorrido. Seis corredores fueron atendidos en centros sanitarios, con contusiones y traumatismos.

Nervios a flor de piel en el arranque de los encierros sanfermineros. La carrera arrancó condicionada por la caída de tres Fuente Ymbro al final de Santo Domingo. La torada se partió ahí, con cuatro morlacos por delante y dos por detrás, multiplicando las situaciones de riesgo.

Tres sobre todo. La de Santo Domingo, puesto que un corredor tocó a uno de los toros caídos con intención de que reiniciara la marcha, pero poniéndose en serio riesgo. Otra, en la Plaza del Ayuntamiento, con un mozo despistado en el centro de la calle que pudo ser arrollado de forma trágica. Y una más al final de Estafeta, donde los dos toros de cola volvieron a caer.

Mientras, los de delante se abrían paso como podían entre la multitud de corredores ansiosos de sentir cerca las astas. Ello ralentizó la velocidad, de modo que el primer grupo entró en corrales en cerca de 2 minutos y 15 segundos, y los últimos lo hicieron en 2.37.

Pese a que el periplo de corrales a corrales fue muy peliagudo, no se registraron heridos por asta de toros y todos los traslados a hospitales fueron por contusiones. Cinco acabaron atendidos en el Complejo Hospitalario de Nafarroa y otro, en el ambulatorio San Martín, con un corte leve.

Al hospital fueron trasladados desde el tramo de Mercaderes R.V.C., de 33 años de Barañain, con un traumatismo costal de pronóstico reservado, así como I.F.S., de 49 años de Xèrica (Castelló) con un traumatismo costal leve.

Desde la calle Chapitela fue conducido al hospital M.P.M, de 21 años de Lucena (Córdoba) con un traumatismo de pronóstico reservado en la pierna; del callejón de la plaza de toros llegó M.Q., de 42 años, argentino residente en Barcelona con una luxación en el hombro, y de Espoz y Mina M.M.R., de 22 años, con otra luxación en el hombro.

Ayer se cumplían 50 años de la carrera más rápida de la historia desde que existen registros. Aquella mañana, los morlacos de Benítez Cubero recorrieron los 850 metros en 1 minuto y 50 segundos, algo no superado en medio siglo pese a las innovaciones de todo tipo que han acelerado el encierro. Y eso siempre que el dato sea correcto, porque hay quien (como el televisivo Teo Lázaro) considera inverosímil el hecho y lo atribuye a un error de transcripción.

Fuente Ymbro es una ganadería habitual en los últimos años en Iruñea, y que normalmente luce por su rapidez.

Esta vez la manada gaditana era realmente pesada. Uno de los toros superaba la barrera de los 600 kilos: su nombre, Zalagarda, negro bragado meano que ha dado 610 en el pesaje. Otros cuatro estaban muy cerca: Orgulloso y Primoroso, con 590 y Previsor y Sacacuartos, con 585. El más «ligero» fue el único castaño: Tramposo, con 560.