Sangría de rebotes, pérdidas y puntos; ¿solo toses o enfermedad?

Claro que me preocupa la defensa. Sin defensa, no tenemos nada que hacer», declaraba un Paolo Galbiati lacónico y enojado tras el 107-88 encajado frente a Basket Zaragoza. Un duelo en el que destacó el 4 de 28 en los tiros triples de los gasteiztarras, pero en el que la vía de agua estuvo atrás.

La muestra todavía es irrisoria como para hacer análisis exhaustivos. Los gasteiztarras han jugado tres partidos, dos de ellos lejos del Buesa Arena y el contexto a la hora de conformar el plantel, con no pocos jugadores tocados en la pretemporada más el fichaje de Nowell casi sobre la bocina, impide hacer afirmaciones tajantes... excepto una: encajar 103 puntos por partido es inviable para aspirar a nada. Pero por ahora todo son toses y malestar general. Mientras no derive en nada peor...

DATOS EN CONTRA

Saski Baskonia empezó encajando 102 puntos ante Olympiacos, pero ofreciendo una imagen buena, al punto de que tuvo opciones hasta el último minuto, a pesar los 20 rebotes en ataque concedidos, los 32 tiros libres del cuadro heleno, ya que los dos equipos dispusieron de 72 tiros de campo, pero la mitad de tiros libres para los de Galbiati.

El gesto empezó a torcerse en el duelo frente a Asvel Villeurbanne. No solo por encajar otros 102 tantos, pasando de un 13-26 favorable a un 94-78 adverso, sino por esa «falta de disciplina táctica» que el técnico denunció cuando las cosas se pusieron feas. Una manera de decir que cada cual hizo la guerra por su cuenta: el cuadro lionés lanzó 72 tiros de campo por 63 en Baskonia, amén de 24 tiros libres, por 18 el conjunto gasteiztarra. Los 16 rebotes ofensivos lionenses y los 16 balones perdidos, fueron la puntilla de una derrota que dejó muy mal cuerpo.

Solo faltó que Basket Zaragoza le sacara también los colores a un Baskonia que mantuvo el tipo hasta el empate a 32. Al menos parecía haber cerrado mejor su aro y evitado las pérdidas de balón... hasta que se descosió: parcial de 16-2 para alcanzar el descanso con un 48-34 adverso del que jamás se repondría, con un final de partido con los jugadores perdiendo toda disciplina grupal, sobre todo en defensa.

Al final, 107 puntos al canto y Paolo Galbiati desquiciado en la banda. En total, 80 tiros de campo concedidos, más 22 tiros libres -70 tiros de campo y 29 tiros libres para el Baskonia-, concediendo 15 rebotes en ataque y 18 balones perdidos. Números colectivos que solo permiten salvar los partidos en caso de inspiración individual, de haberla.

REFLOTAR EL NAUFRAGIO

En total, Saski Baskonia encaja 103,66 puntos, concede 17 rebotes en ataque y pierde 16 balones por partido. Asimismo, sus rivales lanzan de campo 74,66 veces, amén de 26 tiros libres, números que los gasteiztarras no igualan: 68,33 tiros de campo y 21 tiros libres.

Paolo Galbiati llegaba con una propuesta de juego rápido, de rotaciones constantes para tener «piernas frescas, mente fresca y sangre fresca», pero la única forma de que sea efectiva es que la defensa iguale estas prestaciones. Llegará el momento de pedir responsabilidad individual, pero primero cabe esperar que el Baskonia se parezca a un equipo.

Parte del naufragio se puede ver en el puesto de pívot, en el que Samanic no compensa con su talento ofensivo su flojera en defensa, mientras que un Diop aceptable no puede compensar las insuficiencias del croata. En ese sentido, tampoco hay que olvidar que Rodions Kurucs aún no ha debutado y que el letón puede ofrecer la solidez que a día de hoy no tiene el juego interior. Los bases, con mil opciones pero sin una jeraraquía consolidada, pintan a ser la otra pata de un equipo en formación.

La antepenúltima plaza europea y la penúltima liguera son simples anécdotas, pero lo que llega en las dos próximas semanas no será sencillo. Panathinaikos, otro equipo que anota 91 puntos por partido, visita el Buesa Arena mañana, y el Real Madrid asomará por Zurbano el domingo en duelo de Liga ACB. Después, nueva jornada doble europea: visita a Paris Basketball el miércoles día 15 y en casa ante el Partizan de Zeljko Obradovic, antes de visitar la cancha del Covirán Granada el domingo 19.

Esos cinco partidos van a dar una muestra más real. Que la pelota naranja pase por el aro suavizaría el talante de un baskonismo que ni en su peor perspectiva esperaba un 0-3 con 103 puntos encajados de media. Poco tiempo tiene Galbiati para que su equipo se recupere y reflote tras este naufragio, pero no le queda otra.