2025 URR. 14 El Ejército se une a los manifestantes en Madagascar Andry Rajoelina, presidente de Madagascar, huye del país tras denunciar un intento de golpe de Estado a manos de la unidad de élite del Ejército y en medio de protestas masivas que piden su dimisión inmediata desde hace tres semanas. Manifestantes junto al ejército este sábado. (Luis TATO | AFP) GARA ANTANANARIVO {{^data.noClicksRemaining}} Artikulu hau irakurtzeko erregistratu doan edo harpidetu Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi ERREGISTRATU IRAKURTZEKO {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Klikik gabe gelditu zara Harpidetu {{/data.noClicksRemaining}} El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, huyó el domingo del país tras llegar a un acuerdo con París por el que Emmanuel Macro intervendría en el país africano con el fin de facilitar una solución pacífica a la grave crisis política. Ese mismo día, el Gobierno denunció un intento de golpe de Estado, después de que una unidad de élite del Ejército, Capsat, reclamara el control de las fuerzas armadas y pidiera al presidente su dimisión. El apoyo brindado por los militares a los manifestantes que empezaron hace algo más de tres semanas protestando por los cortes de agua y de electricidad, pero que ahora reclaman un cambio de liderazgo, ha encendido definitivamente las alarmas en Antananarivo, capital del país. Los primeros movimientos por parte del aparato militar se comenzaron a atisbar el sábado, cuando varios grupos de soldados decidieron unirse a miles de manifestantes y desobedecer así las órdenes del Gobierno. Ese mismo día, el Capsat, grupo que ahora lidera el ejército, hizo un llamamiento público para «desobedecer» cualquier orden de la presidencia de disparar contra la población. Al día siguiente, esta misma unidad comunicó el nombramiento del nuevo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. No es la primera vez que el Ejército ha intervenido en el devenir político del país: en 2009, esta base lideró una rebelión popular que llevó al poder al actual presidente. Así, el Ejército opera ahora independientemente del Gobierno. Parapetándose en su deber moral de ‘prestarse a la población’ los militares tratan una vez más de decantar la balanza motu propio. PROTESTAS MASIVAS Al igual que otras protestas Gen Z que llenan las calles de otros países africanos, los manifestantes malgaches no solamente reclaman una mejores condiciones de vida, sino el cese de las corruptelas que el Gobierno protagoniza. Desde que las protestas empezaron en septiembre, al menos 22 personas han perdido la vida, según un informe de Naciones Unidas. La isla del Índico transita un momento trascendental que tiene a sus estratos sociales más jóvenes como protagonistas.