2025 AZA. 03 JOPUNTUA «Bombing halt» Anjel ORDOÑEZ Periodista {{^data.noClicksRemaining}} Artikulu hau irakurtzeko erregistratu doan edo harpidetu Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi ERREGISTRATU IRAKURTZEKO {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Klikik gabe gelditu zara Harpidetu {{/data.noClicksRemaining}} En 1968, Estados Unidos había desplegado más de medio millón de soldados en Vietnam y había lanzado más de siete millones de toneladas de bombas sobre su territorio. A pesar de su evidente superioridad, la maquinaria bélica norteamericana se revelaba incapaz de inclinar la balanza a su favor en un momento en el que el conflicto mostraba claros signos de enquistamiento. En febrero de ese año, el Viet Cong iniciaba la ofensiva del Tet, en cuyo marco se produjo el asalto a la embajada de EEUU en Saigón. Como parte de las represalias, el general Nguyen Ngoc Loan, jefe de la Policía Nacional de Vietnam del Sur, ejecutaba sumarialmente a un guerrillero del Viet Cong capturado en la calle. El fotógrafo de Associated Press Eddie Adams capturó el instante del disparo en la cabeza y la icónica imagen estremeció al mundo. Esta foto supuso un punto de inflexión. Se multiplicó el rechazo social al conflicto, con fuertes presiones internacionales y enérgicas protestas en numerosas ciudades de los Estados Unidos reclamando que se detuviera una guerra que masacraba civiles de forma sistemática. Como respuesta, el Gobierno de Lyndon Johnson diseñó un plan: «Bombing halts», o pausas en los bombardeos. Johnson trataba de vender su intención de moderar la ofensiva para favorecer la paz, cuando su verdadero objetivo era ganar tiempo para aliviar la elevada presión tanto interna como externa. Tras esas «pausas», los ataques regresaban de forma más encarnizada si cabe. No es este el único episodio en el que se ha utilizado el alto el fuego como mero instrumento táctico, en momentos en los que era necesario desactivar una deriva en la opinión pública que amenazaba con causar severos daños a la imagen del agresor. También ocurrió en Chechenia, en Kosovo, en Líbano... Y ahora en Gaza. Los bombardeos continúan. Israel ha violado el alto el fuego en medio centenar de ocasiones y cientos de palestinos han sido asesinados desde enero. La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas no puede ser más clara: «The systematic destruction of Gaza City is already underway». No es este el único episodio en el que se ha utilizado el alto el fuego como mero instrumento táctico