2025 AZA. 12 475 AÑOS DE LOS LIBREROS DEL SENA Los buquinistas de París cumplen 475 años a orillas del río Sena. «Seremos los últimos pequeños libreros», afirma su presidente a Efe. Un buquinista clasificando sus libros en París. (HENRIQUE CAMPOS | HANS LUCAS via AFP) Nerea GONZÁLEZ {{^data.noClicksRemaining}} Artikulu hau irakurtzeko erregistratu doan edo harpidetu Dagoeneko erregistratuta edo harpideduna? Saioa hasi ERREGISTRATU IRAKURTZEKO {{/data.noClicksRemaining}} {{#data.noClicksRemaining}} Klikik gabe gelditu zara Harpidetu {{/data.noClicksRemaining}} Las sirenas de la policía pasando a toda velocidad son de lo poco que perturba la paz de Jérôme Callais cuando cada día, desde hace 35 años, abre su puesto de buquinista (del francés bouquiniste, vendedor de libros de viejo y de ocasión) junto al Sena, orgulloso de continuar una tradición de París que cumple 475 de historia. «Las pequeñas librerías de barrio cierran una detrás de otra y no son reemplazadas. Nosotros tenemos un modelo económico que nos permite aguantar, pienso realmente que seremos los últimos pequeños libreros», manifiesta a la agencia Efe Callais, quien también ejerce como presidente de la Asociación Cultural de los buquinistas de París. Los orígenes de esta tradición datan del año 1550, en los alrededores de la Sainte Chapelle y del Palacio de Justicia, no muy lejos de la Sorbona, con los primeros colporteurs (vendedores ambulantes) de libros que después migraron a las orillas del Sena, a la zona del Pont-Neuf. 475 años después, París sigue siendo gracias a ellos, como apunta Callais citando al escritor suizo Blaise Cendrars, «la única ciudad del mundo en la que un río circula entre dos hileras de libros».