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Insausti reafirma la memoria de Rosa Zarra y responde a Esan

El alcalde de Donostia, Jon Insausti, ha rechazado la exigencia del sindicato policial Esan de que se retire la placa por Rosa Zarra, víctima de la Ertzaintza y reconocida oficialmente por el Gobierno de Lakua en marzo pasado. Además, reclamó al sindicato que «facilite la convivencia». Ayer, tras las críticas, la placa que colocó la familia fue vandalizada con pintura.

La placa colocada por la familia de Rosa Zarra en 2020 que ha sido vandalizada. (GARA)

 

El nuevo alcalde de Donostia, Jon Insausti, afirmó ayer que el Ayuntamiento no va a renunciar a la memoria ni a la placa colocada en la ciudad en recuerdo a Rosa Zarra, la donostiarra que murió en 1995, ocho días después de recibir el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza. Aunque con 30 años de retraso, fue reconocida oficialmente por el Gobierno de Lakua en marzo pasado y recordada ahora con una placa por el Ayuntamiento de su ciudad.

Insausti, quien ofreció la rueda de prensa habitual tras la Junta de Gobierno Local, se refirió a preguntas de los periodistas a la petición realizada por el sindicato Esan de la Ertzaintza, que exigió la revocación del reconocimiento de Zarra como víctima de acción policial y la retirada de la placa colocada en la ciudad.

El alcalde aseguró que el Ayuntamiento «no va a renunciar a la memoria de Rosa Zarra, no va a renunciar a esa placa, y va a seguir con la justicia, la verdad y la reparación». Así, recordó que fue la Comisión de Valoración de víctimas de violencia estatal la que reconoció como víctima a Rosa Zarra y señaló que lo que ha hecho el Consistorio donostiarra es respetar la decisión y, sobre todo, «trabajar junto a la familia».

El 22 de junio de 1995, Zarra se encontraba en las proximidades del estadio de Anoeta cuando, en el transcurso de una movilización, fue alcanzada en el vientre por una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza durante una carga.

Insausti aclaró que en el caso de Rosa Zarra, el Ayuntamiento ha seguido la misma metodología que con el resto de placas de la ciudad, donde se han colocado ya 36: 29 en memoria de víctimas de ETA, 3 de los Comandos Autónomos Anticapitalistas, dos de acción policial, una del batallón Vasco Español y otra del DRIL.

En este caso, indicó, Rosa Zarra fue víctima de la actividad policial y afirmó que así lo seguirá repitiendo el Consistorio donostiarra.

Además, opinó que el comunicado de Esan «no facilita la convivencia en la ciudad», donde tanto el acto de colocación de la placa como la celebración unitaria ayer del Día de la Memoria dejó en evidencia el compromiso del Ayuntamiento y de la ciudad para caminar todos en el mismo sendero, «mirando a la memoria y a un futuro en paz».

El Gobierno de Lakua también fue preguntado por esta cuestión tras el consejo celebrado ayer. La portavoz, Maria Ubarretxena, recordó que el reconocimiento fue aprobado por la Comisión de Valoración tras el análisis correspondiente y que Lakua acepta que este foro tiene «la última palabra» en estas decisiones.

VANDALIZADA

El lunes, tras la apelación de Esan a que la placa instalada por el Ayuntamiento fuera retirada, otra colocada por la familia en 2020, que se encuentra a muy pocos metros en la misma plaza Olaeta, fue vandalizada con pintura que borró la inscripción sobre lo ocurrido. La imagen circuló ayer en redes.

Horas después, la chapa rotulada en la que se demandaba verdad, justicia y reparación junto al nombre de Rosa Zarra y las circunstancias en las que perdió la vida fue limpiada y colocada en el suelo, apoyada en la pared que ocupaba.

El sindicato policial señaló que condena con rotundidad «el ataque vandálico perpetrado contra la placa dedicada a Rosa Zarra en Donostia. Ese acto es inadmisible, y no representa en absoluto a la Ertzaintza ni a quienes la defendemos con honestidad».