ENBA y EHNE exigen afrontar la gripe aviar con claridad y proporcionalidad

«Mayor claridad» para afrontar la gripe aviar con «proporcionalidad», es lo que exigen ENBA y EHNE a las administraciones vascas. En un comunicado, ambas organizaciones del primer sector mostraron su «perplejidad», porque la Administración autonómica «se ha negado a tratar esta cuestión directamente» con las organizaciones agrarias, «dejándolas fuera de las reuniones previamente celebradas, no comunicando oficialmente al sector las medidas que se van a adoptar».

ENBA y EHNE recordaron que en la CAV la mayor parte de las explotaciones cuenta con sistemas de producción camperos, extensivos e incluso ecológicos, en los que se garantiza la salida a la calle de las gallinas, lo que les permite «mantener un desarrollo más natural» de su ciclo productivo, e incidieron en que este tipo de explotaciones «son las menos afectadas por la gripe aviar».

«El sector avícola en extensivo de Euskadi tiene interiorizadas, desde hace tiempo, medidas preventivas para minimizar los riesgos de la enfermedad, tales como alimentar a los animales en el interior de las granjas, no darles de beber en depósitos al aire libre, evitar la entrada de personas ajenas a las explotaciones o cambiarse de ropa y calzado cuando se entra a las explotaciones», subrayaron.

AUMENTAR EL RIESGO

Las organizaciones agrarias advirtieron de que un confinamiento «no haría sino aumentar el riesgo de enfermedades, dado que se cuenta con estirpes rústicas no acostumbradas al interior, lo que produciría problemas de pododermatitis, picaje y estrés, unido a las dificultades para la limpieza de las granjas con los animales en el interior».

Asimismo, ENBA y EHNE consideraron que la instalación de mallas en las praderas «parece inviable por su coste, por las condiciones climáticas de nuestro entorno y por la imposibilidad de segar, o entrar con el tractor».

En esa línea, apuntaron que más del 90% de las explotaciones afectadas por influenza aviar son explotaciones con ciclo confinado, en el que las instalaciones «cuentan con sistemas de ventilación forzada. Es este gran volumen de aire circulante (la gripe aviar también se transmite por el aire), unido a que las grandes concentraciones de animales favorecen las mutaciones de las diferentes cepas, provoca realmente que la gripe aviar tenga un gran riesgo para la actividad avícola».

Sin embargo, «desde la Administración general vasca se está apostando por el confinamiento de las pequeñas explotaciones con un reducido número de animales».

EHNE y ENBA instaron a las administraciones a que convoquen al conjunto del sector (organizaciones profesionales agrarias y asociaciones-cooperativas avícolas) a mesas de trabajo y, «con el debido soporte científico», informen a la sociedad sobre los beneficios de este sistema productivo, «restituyendo el merecido prestigio de los baserritarras».