Pasan los años

Se jubila Andoni Olivares, que lleva décadas en el Teatro Arriaga encargado de la programación. Lo conocí previamente a la remodelación de este coliseo bilbaino, cuando programaba fiestas y hacía temporadas en diversos teatros de la capital bizkaitarra. Por muchas razones ha sido parte importante de la situación actual del teatro tanto en Bizkaia como en Euskadi. Ha convivido con varios directores artísticos y ha tenido que negociar sobre muchas acciones emprendidas. Y es que pasan los años de una manera imparable. No hace tanto se jubiló Carlos Morán de Santurtzi, quien mantuvo un festival dándole más vuelo, abrió el nuevo edifico del Teatro Serantes y se convirtió en uno de los gestores más activos en campos de colaboración colectivos dentro de los programadores, lo mismo que Alberto García García de los Salmones de Leioa, inventor de la Umore Azoka y que luchó por tener una sala de teatro adecuado, porque estuvo años programando en un frontón. No hace tanto que se jubiló José Luis Ibarzabal, un funcionario del departamento de Kultura del Gobierno de Gasteiz al que todos respetábamos y admirábamos, por lo que recibió homenajes y aplausos, generales por su complicidad en tantos eventos. Un grupo de gestores culturales que colaboraron con los creadores.