EL VIDEOJUEGO FOOTBALL MANAGER SE ABRE (AL FIN) AL FÚTBOL FEMENINO

Football Manager es el nombre del videojuego de gestión deportiva más conocido en el mundo. Hablamos de algo realmente colosal en cuanto a nivel de entretenimiento, de capacidad de inmersión en la realidad futbolística y en algunos casos de ir hasta más allá de la propia realidad. El usuario que empieza a jugar difícilmente sabe parar una vez sumergido en estos mundos paralelos, convertido en entrenador y simulando partidos: la prueba, unos 20 millones de copias vendidas físicamente o descargadas, en su última versión.

Este año va a ser muy importante para FM, puesto que en 2024 no salió a la venta por causas realmente nunca aclaradas. Mejor dicho, según Miles Jacobson, el máximo responsable del proyecto, su alma mater, «no era un producto fiable aceptable para los usuarios, por varias razones».

El vacío dejó a los aficionados temblando, pensando en que algo grave iba a pasar para una saga reproducida ininterrumpidamente desde 1992, cuando se llamaba todavía Championship Manager.

Nada de eso. Football Manager vuelve para 2026 (siempre se publica con el número del año que acaba la temporada futbolística) y lo hace con una grandísima y de alguna manera ansiada novedad, además de las mejoras gráficas: se podrá jugar con los equipos femeninos.

BUSCANDO DATOS BÁSICOS

La desastrosa versión anterior, según los propios creadores, ha sido perfeccionada y remodelada para la actual. Los equipos femeninos estaban programados ya para el Football Manager del año pasado, con un equipo de trabajo haciendo estudios detallados desde 2021, pero solamente ahora se podrán gestionar virtualmente las futbolistas, según el club con el cual se decida jugar, como siempre en este FM. Los campeonatos a elegir serán 14, incluida la Liga F que disputan tres equipos vascos como Real, Athletic y Eibar.

El mismo Jacobson había puesto en duda en el pasado la posibilidad de que dentro de un juego que siempre ha sido masculino se pudiese encontrar espacio para el fútbol femenino. Hasta que durante un evento se encontró con algunas ‘leonas’; es decir, las chicas de la selección inglesa, que le explicaron una obviedad, justo en sentido contrario: «Está claro que no podrá tener éxito comercial sin personas como nosotras colaborando en esto».

Dicho y hecho, gracias también a una consistente toma de posición por parte de algunos influencers de este mundo: hay un mercado, fortalecido por las videojugadoras y streamers profesionales, que esperaba como agua de mayo la versión femenina.

«Desafortunadamente es más fácil, buscando en Google, encontrar el nombre del perro de Harry Kane que la altura de una campeona como Beth Mead», se ha quejado Tina Keech, la persona que desde 2021 está trabajando para construir desde cero la base de datos de las futbolistas.

Además había que calibrar diversos matices del juego que cambian mucho entre hombres y mujeres: los salarios más bajos -al menos por el momento-, las lesiones, incluso los casos de maternidad que pueden ocurrir, interrumpiendo la carrera de una futbolista, tanto real como virtual...

36.000 REFERENCIAS Y 1.600 COLABORADORES

En esta nueva versión de Football Manager se pueden encontrar 36.000 referencias, desde las más famosas hasta las desconocidas; un trabajo enorme, alucinante para el movimiento femenino. «Sudor y lágrimas buscando en redes sociales e incluso Linkedin», ha resumido Keech, una de las 1.600 personas (más o menos) que FM emplea solamente para la búsqueda de datos.

Lo importante es que ahora se podrá jugar con Aitana Bonmatí, Irene Paredes... las mejores jugadoras del mundo y muchas más. Cada día acercándose más a una realidad que a veces parece incluso ir con retraso con respecto a ese juego que define nuestra era. Y que él mismo prevé el futuro, y es que con Football Manager se pueden simular infinitas temporadas, hasta llegar a un año tan avanzado que no sabemos ni si existirá en la realidad. Hay quien ha llegado al 3.000 o algo así, con futbolistas que son meros nombres y apellidos.

Otros videojuegos como FIFA ya brindaban la posibilidad de jugar con equipos femeninos, pero no de gestionarlos: es decir, no había oportunidad de hacer fichajes, de contratar o de programar los entrenamientos. A FM solo le hacía falta empezar.