El mutismo español clama al cielo de Gernika ante el «perdón» alemán

El presidente alemán acudió ayer a Gernika como acto de contrición pendiente por la matanza del 26 de abril de 1937. Sin embargo, más allá de Frank-Walter Steinmeier, el foco de atención para los gernikarras fue Felipe de Borbón, el rey español -heredero directo del franquismo- que asistió al acto como mero acompañante protocolario.

El acto principal se realizó pasadas las 13.00 en el cementerio de la localidad vizcaina, donde Steinmeier colocó un ramo de flores con una cinta con la bandera alemana. Su acompañante español se limitó a quedarse de pie, unos metros más atrás.

Posteriormente los dos mandatarios acudieron al Museo de la Paz de Gernika y saludaron a algunas supervivientes, como Crucita Etxabe y María del Carmen Aguirre, ya nonagenarias.

En una breve alocución a los medios, el jefe de Estado alemán asumió que el bombardeo fue «un crimen brutal» contra población civil, de modo que Gernika «es un lugar en el que el horror de la guerra y la vulnerabilidad de personas inocentes se han grabado de forma indeleble» en la memoria europea. Consideró que «las heridas están abiertas todavía» y lo remachó así: «Recorro Gernika con humildad. No queremos olvidar, y no olvidaremos, el sufrimiento que se causó. Debemos defender la paz, la libertad y la democracia, ese es el mensaje que nos transmite hoy Gernika».

La novedad del día, y lo que le ha dado tanto eco mediático y político al evento, estribaba en que por primera vez un presidente de Alemania ha acudido a la villa masacrada para expresar sus condolencias de modo directo. Y sin medias tintas, como avanzó el cónsul la víspera en Radio Euskadi: «Eran nazis, pero lo hicieron en nombre de Alemania», recalcó.

En realidad este mismo mensaje ya lo trasladó en 1997 por carta el entonces máximo representante institucional alemán, Roman Herzog. Aquella misiva está expuesta en el Ayuntamiento de la villa.

Los supervivientes del bombardeo aceptaron aquel gesto de 1997 un tanto insólito ante el silencio sepulcral de los sucesivos mandatarios españoles al respecto, que sigue intacto casi 30 años después. Y es que en la medida en que Alemania da pasos queda más en evidencia el silencio español, toda vez que fueron los sublevados franquistas quien instigaron aquel ataque perpetrado por sus aliados nazis.

Steinmeier no se limitó a visitar la villa vizcaina, sino que ya el miércoles, a su llegada a Madrid, quiso ir al Museo Reina Sofía para ver el ‘‘Guernica’’ de Picasso junto a su esposa. En la cena institucional posterior el jefe del Estado alemán hizo ya un reconocimiento expreso de que aquellos fueron «crímenes alemanes». Felipe de Borbón no emuló esta afirmación, sino que recurrió a generalidades sobre los «autoritarismos», sin mención expresa a la responsabilidad española. Para rizar el rizo de la falta de empatía, en un acto posterior con Steinmeir, el jueves, apuntó el deseo de incrementar la colaboración militar entre ambos Estados.

MOVILIZACIONES DE RECHAZO

Así las cosas, tanto el jueves por la noche como ayer se produjeron en Gernika diferentes movilizaciones para denunciar la responsabilidad española en aquella masacre.

EH Bildu lo remarcó en una concentración que tuvo lugar en la Plaza del Mercurio a las 13.00. ‘‘Memoria eta antifaxismoa, Euskal Errepublika’’ fue el mensaje principal de esta protesta, después de que declinara participar en los actos oficiales precisamente por la presencia de Felipe de Borbón.

«Hoy [por ayer] es un día significativo para el pueblo de Gernika y para toda Euskal Herria. EH Bildu ha querido estar aquí, una vez más, para reivindicar el antifascismo y una memoria completa. La memoria y el reconocimiento a las víctimas del bombardeo han sido, durante décadas, un clamor en este país», expuso el diputado Oskar Matute.

«El franquismo y Franco, que incluso después de muerto dejó todo ‘atado y bien atado’, es responsable de lo que ocurrió aquí, y sus herederos hoy son Felipe VI y el bloque reaccionario formado por PP y Vox, que amenazan nuestras libertades y derechos. Hay quienes siguen intentando distinguir entre PP y Vox, blanqueando irresponsablemente a los primeros, pero lo sucedido en Valencia volvió a demostrar que no hay diferencia alguna entre ellos», dijo en alusión a su pacto renovado en esa comunidad

«Nosotras y nosotros creemos que no cabe la equidistancia ni el blanqueamiento hacia quienes representan una amenaza de retorno a los tiempos oscuros. El rey no es bienvenido en Euskal Herria. Es necesario frenar el avance del bloque reaccionario, y EH Bildu reafirma hoy su compromiso con la vía más eficaz para lograrlo: la construcción de una República Vasca de personas libres e iguales», concluyó.

Dos horas antes fue GKS quien se movilizó «contra el fascismo» en la Plaza del Mercado. Y la víspera ya salió a la calle Ernai para manifestarse por la villa con una pancarta que llevaba el lema ‘‘Erregea Gernikatik kanpora’’.

EL PNV EN EL ACTO

Sí estuvo en la parte oficial el presidente del PNV, Aitor Esteban, aunque también criticó el silencio del monarca español. «Ya sé que algunos dicen que no es el mismo Gobierno, que era el Gobierno sublevado, etc., pero lo cierto es que el presidente alemán tampoco tiene nada que ver con la Alemania nazi y el Gobierno alemán no tiene nada que ver con el Gobierno nazi y, ciertamente, la jefatura del Estado está ahí después de una transición, no una ruptura, que hubo en Alemania», consideró.