El Alavés despierta al Portugalete y Osasuna aún busca el Rubicón

Segunda ronda de Copa, tres equipos vascos en liza ayer por la tarde-noche y los dos de Primera División se clasificaron para la siguiente eliminatoria; eso sí, con sensaciones distintas. El Deportivo Alavés acabó con el sueño copero del Portugalete (0-3), mientras que Osasuna tuvo dificultades serias para superar al Ebro: 3-5 después de que el empate se mantuviese hasta el 83.

EL ALAVÉS SENTENCIA PRONTO

Esta vez, con la Navidad más cerca, no hubo sorpresas en La Florida. Los gualdinegros eran los únicos representantes de Tercera Federación en esta fase, junto al Cieza murciano. El cuadro vizcaino se ganó a pulso seguir soñando en Copa, tras eliminar al Valladolid, pero la dificultad ascendía de nivel en el partido ante el Alavés.

Duró poco la esperanza de los jarrilleros de no conceder y alargar el partido lo máximo posible para dar la campanada, como ya hicieron en la fase previa. En el tercer minuto de partido, Carlos Vicente se colocaba como máximo goleador del equipo marcando su sexto gol, el tercero en esta Copa.

Después, hasta el final de la primera parte fue el ‘Portu’ el que llegó con más peligro al área rival, pero el Alavés salió decidido a sentenciar en el arranque de la segunda mitad.

Una caída de Alex Pérez ante Protesoni que Alejando Muñiz resolvió con amarilla al delantero por tirarse, pero que de haber habido VAR igual hubiese tenido que variar la decisión, precedió al 0-2, obra de Tapiador en su propia portería. Gol determinante pero no el último, ya que Toni Martínez puso el 0-3 en el minuto 91 en una contra en la que Carlos Vicente le cedió generoso el balón para marcar. Los babazorros vuelven a la senda de la victoria y recuperan confianza ante el segundo derbi de la semana frente a la Real.

OSASUNA, CON DIFICULTADES

Kevin Soeiro dio la medida de la precariedad de este Osasuna. El delantero de Pitillas, que casi nunca fue titular en el Promesas, se convirtió en una pesadilla continua, por juego y por garra, hasta rematar un contrataque tres-contra-dos en la última jugada de la primera parte. A nadie le sorprendió demasiado porque el Ebro ya había tenido otras dos similares antes.

Sin juego interior (anodinos Iker Muñoz y Moi Gómez), Osasuna se limitó a colgar balones desde las bandas uno tras uno sin rematar ninguno. Lo más brillante, un recorte y disparo de Arguibide en el área que sacó un defensa. Becker tuvo libertad por todo el frente de ataque, pero no efectividad en parcelas interiores.

El partido pintaba mal en el descanso, pero se enderezó en el 46 con un penalti absurdo a Iker Muñoz que transformó Raúl. Tras esa portería, por cierto, toda la grada era rojilla.

La salida de Víctor por Barja metió otra marcha a Osasuna y liberó a Becker en la banda. El Ebro ya no encontró salida ante un rival más agresivo, aunque sí siguió defendiendo su área con solvencia. Becker la tuvo a bocajarro, ya con Rubén en el césped buscando algo más de finura. Y el de Surinam puso un caramelo para el pie de Raúl en el 1-2, en el 78.

La papeleta parecía solventada, pero un balón suelto en el área trajo el 2-2 acto seguido. Un tiro de Moi devolvió la ventaja en el 83. Y Becker remachó una contra de Víctor en el 87. Todavía hubo un 3-4 en un penalti tonto del debutante Mikel Serrano, y un 3-5 de Víctor en la última jugada.