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Jartum acusa a las FAR de crimen de guerra por el ataque a una guardería y un hospital

Ibrahim Ismail muestra sus cicatrices por un ataque en El Fasher. (AFP)

El primer ministro de Sudán, Kamel Idris, acusó ayer al grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) de cometer un crimen de guerra en el triple ataque que el pasado jueves causó al menos 114 muertos, incluidos por lo menos 43 niños de una guardería, en el sur del país.

Idris calificó el bombardeo de una guardería y un hospital en la localidad de Kologi, en el estado de Kordofán Sur, perpetrado por las FAR como un «acto bárbaro y salvaje». Sostuvo que el ataque «constituye un crimen de guerra y confirma que la milicia cumple todos los criterios para ser clasificada como organización terrorista que ataca a civiles, incluso a niños de preescolar».

El sábado, el Gobierno de Kordofán del Sur elevó el número de muertos a 114 y los heridos a 71 tras el ataque con drones de los paramilitares contra una guardería y varias instalaciones civiles en la ciudad de Kologi, entre ellas un hospital.

Los ataques se han intensificado en los últimos meses en Kordofán, donde el Ejército sudanés controla la mayor parte de dos de sus tres estados: Kordofán del Norte y Korfodán del Sur, mientras que las FAR y su aliado SPLM-N tienen presencia casi en la totalidad de Kordofán Occidental.

La guerra que estalló en Sudán en abril de 2023 ha provocado la muerte de decenas de miles de personas y ha convertido al país en escenario de la peor crisis humanitaria del planeta, con más de trece millones de desplazados internos y externos e inseguridad alimentaria aguda que sufre más de la mitad de la población, según datos de Naciones Unidas.