Colonos matan a un adolescente en el funeral de otro tiroteado por soldados

Una multitud se reunió ayer en el funeral de Yaser Muhamad Taamra, de 16 años, al que el Ejército israelí mató el lunes en la localidad cisjordana de Tuqu, cerca de Belén con la excusa de que estaba participando en «disturbios» y había lanzado piedras. Cuando la mayoría de los presentes había abandonado ya el lugar, un colono salió de un vehículo, disparó contra algunos jóvenes que seguían allí y mató a Muheeb Ahmed Jibril, también de 16 años.

Militares y colonos han matado así a más de un millar de palestinos desde el 7 de octubre de 2023. Hostigan a diario la vida de la población, a la vez que el Ejército convierte sus ciudades en territorio militar.

Ayer llevó a cabo incursiones en Sebastia, Odalia y Salem, alrededor de Nablus, incluyendo el asalto a varias viviendas. Además, ha ordenado demoler 25 edificios en Nur Shams, un campo de refugiados en el que ya había destruido la mitad de las viviendas. Dejará sin hogar a unas 300 personas, que se suman a las decenas de miles de desplazados que ha provocado en los últimos meses.

Denunciar estos crímenes se paga cargo. El tribunal militar de la prisión israelí de Ofer aprobó la detención administrativa por seis meses (sin cargos y prorrogable de forma indefinida) del activista Ayman Ghrayeb, en un proceso secreto en el que el propio abogado de Ghrayeb no tuvo acceso a la información sobre las acusaciones.

Las fuerzas israelíes detuvieron a Ghrayeb el 17 de noviembre en Fasayil, en el valle del Jordán, cuando documentaba la violencia de los colonos. Los soldados lo mantuvieron esposado, sin acceso a comida y sometido a palizas durante tres días en una base militar. Israel mantiene 3.474 presos sin juicio, sin cargos y por tiempo indefinido.

ISRAEL MATA CON FRÍO Y BALAS EN GAZA

El aniquilamiento en Cisjordania se produce de forma paralela al de Gaza, donde el supuesto alto el fuego también ha puesto sordina al genocidio. El Ejército israelí mató ayer a dos palestinos e hirió a otros seis.

Además, un bebé de apenas dos semanas murió de hipotermia por las condiciones en las que Israel ha degradado la vida, con la población expuesta a inundaciones, vientos y frío sin más protección que unos plásticos o edificios semiderruidos que la lluvia acaba por derribar. Precisamente otro palestino murió ayer después de que parte de un edificio se derrumbara en Ciudad de Gaza.

Miles de tiendas de campaña han sido inundadas o arrastradas por los fuertes vientos que golpean la Franja de Gaza desde el lunes. El Hospital Al-Shifa, ya muy dañado por ataques israelíes durante dos años, también sufrió inundaciones.