El Espanyol deja helado San Mamés con la novena derrota del Athletic

La Catedral recibió ayer el último compromiso liguero de 2025. Los leones recibieron a un Espanyol que venía a Bilbo en quinta posición tras ganar cuatro partidos seguidos. El de ayer fue el quinto y se ponen a diez puntos de los leones, que se alejan de Europa.

A pesar de ser fechas señaladas, Valverde no quiso saber nada de regalos y alineó a toda la artillería posible arriba con Iñaki Williams, ya recuperado, como delantero referencia. No obstante, atrás tuvo que colocar a Lekue de central tras las bajas de Vivian por sanción y de Laporte por lesión.

Ambos conjuntos eran conscientes que era un duelo con la mira puesta en Europa y el partido empezaba con mucha intensidad y ritmo. En la grada, gran respuesta de la masa social athleticzale a pesar de ser un lunes frío de diciembre -se reunieron 47.586 espectadores-.

Para el minuto 10, llegó el primer aviso. Un balón muerto en el área pequeña era cazado por Gorosabel, aunque el disparo del lateral arrasatearra era repelido por Dimitrovic; segundo portero menos goleado de la competición.

Volvió a lucirse el exportero del Eibar a los 30 minutos con un disparo de Berenguer, pero a la segunda, el navarro no perdonó. En una acción embarronada y mal defendida por los catalanes, el atacante rojiblanco cazaba un balón muerto en el área. Dudó Dmitrovic y ejecutó Berenguer metiendo la puntera y abriendo la lata.

POCO DURÓ LA ALEGRÍA

Al filo del descanso, San Mamés quedó helado con el golazo de Romero. El lateral perico, colocado en la media luna del área, empalmó un rechace de una falta lateral y su potente disparo con el interior terminó en el fondo de la red.

En la reanudación, jarro de agua fría para los leones tras una pérdida de Adama atrás que provocaba el segundo. El centro de Dolan era un caramelo para Pere Milla, que marcó a placer. Regalo de Olentzero de Adama. Valverde dio entrada a Guruzeta y Rego, pero perdió brillantez en el juego con la marcha de Nico y Ruiz de Galarreta en el tramo más delicado del encuentro.

Manolo González introdujo a más hombres defensivos y Robert Navarro apareció cinco partidos después.

No bajaron los brazos los leones y en los últimos minutos dispusieron de hasta tres ocasiones para poner las tablas. Los remates de cabeza de Guruzeta y Sancet se fueron arriba, al igual que el disparo de Unai Gómez en boca de gol.

No entró ninguna y por Navidad llegó la novena derrota, junto a una ligera pitada.