2013 ABEN. 01 MENDIZORROTZA El Alavés busca oxígeno en Mendizorrotza para poder aplazar las finales GARA GASTEIZ ALAVÉS - PONFERRADINA Con apenas un tercio de la temporada consumido, hablar de finales queda fuera de lugar. Pero el Alavés puede estar condenado a disputarlas si no remonta el vuelo en un futuro próximo, de ahí la expectación que rodea a la visita de la Ponferradina. Un choque del que, además, podría depender el futuro de Natxo González. Una circunstancia que, más allá de su justicia, entra dentro de lo habitual cuando los equipos se ven sumergidos en una espiral como la de los albiazules. Tres puntos han sumado en los seis últimos encuentros, en los que además han encajado trece goles, lo que les mantiene anclados a posiciones de descenso. Lo cierto es que el técnico no cree que su cabeza peligre. «No sé si alguna voz autorizada ha dicho que si el Alavés no gana el entrenador está cesado, solo se ha comentado en los medios. Yo sigo siendo parte de este proyecto y espero seguir mucho tiempo, así que estoy muy tranquilo, más que nunca», aseguró Natxo González. Tranquilidad es, precisamente, lo que reclama también para sus hombres, que salten al campo «emocionalmente limpios para hacer bien las cosas». Y además, que tengan un poquito de «suerte», la que les ha faltado en ocasiones porque lo más importante, «el trabajo, existe». Aunque también hay «algunos errores y quizá necesitemos esforzarnos un poco más en la disputa -admitió-, en hacer faltas, en tener un poco más de agresividad. Es lo que nos falta, pero son errores que podemos solucionar y estamos trabajando para hacerlo. La actitud y el trabajo del grupo son fantásticos y eso nos da confianza», subrayó el técnico gasteiztarra. La previa del choque, además, llega con buenas noticias porque Natxo González recupera a Unai Medina, ausente desde que se lesionara en el encuentro copero frente al Zaragoza. Además, Guzmán entra en la convocatoria provisional -el técnico alavesista se ha permitido el lujo de citar a 19 jugadores, pese a las bajas-, tras haber entrenado con normalidad los dos últimos días, aunque realizará una última prueba antes de decidir si puede participar finalmente en el encuentro.