2013 ABEN. 02 Derrota en casa de Gipuzkoa Basket Obradoiro acaba por desesperar a Illunbe El cuadro galaico dominó al compensar con los rebotes y los puntos de Pumprla, Delas y Muscala su mal día en el triple. Los locales no lograron marcar su ritmo. Arnaitz GORRITI GIPUZKOA BASKET 63 OBRADOIRO 67 ¿Cómo se define la desesperación que puede sentir Gipuzkoa Basket cuando se enfrenta al Obradoiro en Illunbe, toda vez que los gallegos se han impuesto en sus cuatro visitas a Donostia? Lean, por favor. Mediado el tercer cuarto, con 40-47, Alberto Corbacho lanzaba un triple punteado que se quedaba a medio metro del aro. Pero, cuando la bola se iba fuera, Mario Delas la rescataba y daba una fácil asistencia para que Pumprla anotara una bandeja aún más fácil. Asimismo, con 61-63 en contra dentro del último minuto, después de cinco ataques errados de forma seguida, la buena defensa donostiarra no cerraba el rebote, de forma que Raúl Neto se veía obligado a cometer su quinta falta para parar el tiempo, pero Xanthopulos no fallaba desde la línea de tiros libres. Para más inri, con 63-67 y a falta de tres décimas, Moncho Fernández pedía tiempo muerto, de forma que la desesperación se tornó en despedida a base de silbidos. El técnico gallego tuvo la deferencia de disculparse ante Sito Alonso, eso sí. La clave fue el ritmo, ya que este siempre perteneció al conjunto visitante. Los bases locales acertaron más en el tiro que en la distribución de juego y Robinson, sin duda el mejor director ayer, se fue con una carta de tiro de 4 de 15 -1 de 4 en triples-. Mientras, el Obradoiro tampoco andaba fino en el triple -3 de 21-, pero lo compensaba con su tiro de dos -23 de 36-, gracias al trío Pumprla, Delas y Muscala. Entre los tres anotaron 19 de 27 lanzamientos, y capturaron 18 rebotes -a los que toca añadir los 8 rechaces de Corbacho, para un triunfo de 32 a 41 en este apartado-. Xanthopoulos, Corbacho y Luz hicieron el resto. Con todo, la primera mitad fue casi por entero de tanteo. Ambos equipos apenas lograron correr, sino que intentaron explotar sus virtudes en el juego a media pista. Los donostiarras tiraron de los movimientos de Doblas al poste bajo y la versatilidad de Ramsdell, mientras que Robinson prefería repartir juego antes que fallar. Por parte visitante, Pumprla comenzó dando un clínic de juego sin balón, mientras que Muscala y Delas replicaban a Doblas bajo el aro. El primer aviso llegaba con un parcial de 0-10 que ponía el marcador 24-31 y obligaba a Sito Alonso a pedir explicaciones en un tiempo muerto. «Hay que mejorar la defensa al poste bajo o algo. Además, debemos atacarles con pases, cortes y pick'n roll, no con botes», exponía. Dio descanso a Neto y, con la entrada de Salgado, Gipuzkoa Basket arreglaba la primera crisis, aunque dos tiros libres de Rafa Luz daban ventaja al descanso a la escuadra galaica: 33-35. Mención a Motos y Olaizola Gipuzkoa Basket no encontró la manera de dominar el juego en ningún instante y, si a pesar de todo se mantuvo con opciones hasta el final del partido, fue porque defendió con garra. Esa garra llegó ante todo de la mano de Mikel Motos y Julen Olaizola. Los dos canteranos salían casi como solución de emergencia cuando el Obradoiro volvía a escaparse 40-49. Ramsdell y Hanley no encontraban la manera de parar a Delas y Pumprla, y Xanthopoulos dirigía con comodidad. La inclusión de Motos y Olaizola revertió esa situación, hasta el punto de que Gipuzkoa Basket consiguió llegar al final del tercer cuarto con empate a 49, mientras que arrancaba el período final poniéndose por delante: 52-49 y 54-51, en una breve racha de aciertos de Javi Salgado y Jason Robinson. Más errores, menos aciertos La escuadra visitante no se descompuso, con Pumprla sacando un par de acciones de «dos más uno» y Xanthopoulos y Corbacho arrancando sendos triples de una carta de tiro pésima. Con el resultado 59-61 los de Sito Alonso erraron cinco ataques seguidos, un regalo que el Obradoiro acabaría por aprovechar con una canasta de Delas. Gracias a un robo, Raúl Neto establecía el 61-63, pero en el siguiente ataque galaico los donostiarras no cerraron el rebote y Xanthopoulos aprovechó los dos tiros libres tras la quinta falta del base de Belo Horizonte. Solo faltaba que Ramsdell errara sus tiros desde los 4,60 metros y que Corbacho los atinara para que la desesperación cundiera en Illunbe. Obradoiro lo volvió a hacer. «De cómo reaccionemos a estas derrotas depende nuestro futuro» «Estoy contento con muchas cosas que hemos hecho», sorprendía Sito Alonso. El de Monzón reconoció que el partido fue «muy duro», así como que «detalles como la defensa en el uno contra uno y el control del rebote nos han privado de tener el balón para ganar». «Ahora toca mejorar esos detalles para poder dar un salto adelante en esta igualdad que hay. De la manera en que seamos capaces de reaccionar a nivel mental a dos golpes tan duros dependerá nuestro futuro. Si pensamos `y si hubiéramos hecho esto otro' no valdremos para nada. Si tenemos el otro tipo de carácter que hay que tener, pasaremos de las derrotas por dos o tres puntos a las victorias», resumía. A. G. Tiempo muerto. Con el partido ya decidido, a falta de tres décimas, el técnico del Obradoiro Moncho Fernández solicitó tiempo muerto. Esa decisión no gustó nada en Illunbe. El técnico gallego se disculpáría ante Sito Alonso.