Si luchar por la permanencia ya es un objetivo complicado en condiciones normales, la tesitura en la que se encuentra Osasuna puede dificultarlo aún más. Retrasos en los cobros, rumores, idas, venidas... La actualdiad extradeportiva amenaza con monopolizar la atención, con el peligro que ello conlleva.

Afortunadamente, a la plantilla osasunista parece dársele bien abstraerse de lo que no esté directamente relacionado con sus necesidades futbolísticas. O al menos así lo asegura Damià Abella, que entiende como algo «normal» que las noticias estos días estén copadas por aspectos ajenos a los terrenos de juego. «Estas fechas, como en verano, son épocas de movimientos. Estamos acostumbrados y en todos los equipos andamos igual. Que se vaya un compañero o venga otro forma parte de la profesión y nos lo tomamos con naturalidad», asegura el jugador catalán, que no percibe un especial nerviosismo en la caseta estos días. «Dentro del vestuario no afecta -aseguró-. A lo mejor, y digo a lo mejor, si alguno está esperando algo, si sabe que puede pasar algo, puede que a nivel individual esté algo más inquieto, pero el equipo como tal no».

Y es que el equipo tiene preocupaciones más importantes. Dos, ahora mismo, aunque claramente relacionadas: enmendar los errores que tan caros se pagaron ante el Athletic de cara a la complicada visita al Villarreal y, en consecuencia, intentar volver a ampliar distancias en la clasificación, que se ha comprimido tras haber saldado los dos últimos partidos con un punto, aunque diste de ser apurada. «La tabla se mira -admite Damià- y la situación no diré que es aceptable ni cómoda porque no es la palabra. Pero sí creo que llevamos una línea regular, buena, para conseguir el objetivo de la permanencia. Pero está claro que no te puedes dormir. Hace cuatro días estábamos a seis puntos y parecía que estábamos muy fuera. Pero no lo estás porque los equipos van a reaccionar como lo hicimos nosotros en la primera vuelta», recordó.

Para que esa reacción ajena no afecte, Osasuna necesita volver a puntuar de forma regular y en ese empeño resultará básico «mantener la fortaleza defensiva. El otro día se vio mermada, no solo por acciones defensivas sino también ofensivas que no salieron bien, pero nuestra gran virtud es ser solidarios e intensos y en esa línea ganaremos a otros equipos que quizá sean más fuertes en otros aspectos». «Tenemos que ser fuertes -insistió- y recuperar un poco lo que perdimos el domingo pasado. Tenemos que hacernos fuertes en lo que un equipo que lucha por la permanencia tiene que ser, un buen equipo defensivo que sepa materializar las ocasiones que tenga».

Tensión mal entendida

Algo que no funcionó ante el Athletic. Y aunque Damià lo considera un lunar que no debe empañar la trayectoria última del equipo, sí admite que se cometieron errores que hay que intentar no repetir y que afectaron, sobre todo, a la «mentalidad». «El equipo se atenazó bastante, no supimos entender cuándo jugar más largo, cuándo dar un paso atrás para coger un poco más de confianza y crear desde esa posición», explicó.

En opinión del zaguero rojillo, resultó definitivo «empezar mal. Con esa situación de error, penalizada con gol, nos contagiamos, el equipo sintió un exceso de tensión. Nos encontramos con situaciones adversas muy rápidas, propiciadas por errores propios, y el equipo se atenazó, quería pero no podía. Para mí fue más un aspecto mental que físico o táctico. Puede que faltara intensidad pero no creo que fuera una falta de actitud, sino una cuestión de ansiedad. Hay que encontrar el punto justo de tensión porque la tensión es necesaria pero si te pasas de tensión, acabas teniendo ansiedad y creo que el equipo pecó de eso».

En cualquier caso, y pese a que la goleada «ha dolido», Damià confía en que «nos sirva de estímulo y de saber que tenemos que estar al cien por cien para poder compeetir y sacar algo de los partidos». Más aún cuando enfrente se encuentran equipos de la calidad del Athletic o, sin duda, del Villarreal. Un «muy buen equipo, rápido, muy bien trabajado y con una buena circulación de balón. Tiene bastante variabilidad ofensiva, con jugadores de perfiles muy distintos, bandas que pueden jugar a pie cambiado o banda natural, rápidas, mucha calidad por dentro... Es un muy buen equipo», insistió el defensa.