Esta tarde debuta en la Asociación de Amigos de la Ópera de Bilbo (ABAO) el prestigioso director de escena Calixto Bieito (Miranda de Ebro, 1963), con una producción de «Carmen» de Bizet que ha pasado ya por el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatro Massimo de Palermo, el Teatro Regio de Torino y el Teatro la Fenice de Venezia, y que ha recibido importantes premios como el Franco Abbiati 2012 o el Premio Lírico Teatro Campoamor.

La producción es, en realidad, la actualización de una «Carmen» anterior del propio Bieito, estrenada en el Festival de Peralada en 1999. El director reconoce que «básicamente el espectáculo es el mismo, pero ahora llega con más poso y con la aportación que han ido haciendo muchos cantantes, quienes le han dado a la puesta en escena multitud de matices y recovecos». Se trata, como siempre en el caso de Bieito, de un trabajo polémico, que sitúa la acción de «Carmen» -originalmente en Sevilla a principios del siglo XIX- «en un viejo cuartel de la legión en la España de los años 50/60, donde impera una virilidad primitiva y basta y el amor, los celos, la sexualidad y la marginación, adquieren una violencia emocional y física muy poderosa».

Bieito, enfant terrible de la dirección escénica en los 90 y con gran proyección internacional en los últimos años, se hizo famoso en el mundo de la ópera con escenas como la de la conjura de «Un ballo in maschera» de Verdi, en la que los aristócratas traidores planeaban el asesinato del rey mientras defecaban sentados en retretes; o con un «Don Giovanni» de Mozart en el que el protagonista era alcohólico, cocainómano y adicto al sexo. Esta «Carmen», aunque propone imágenes sorprendentes -comienza con un hombre corriendo en ropa interior durante toda la primera escena-, no es tan provocadora como otros trabajos del mirandés.

Se trata de «una puesta en escena realista que aleja a la protagonista de los tópicos andaluces y el folclorismo, convirtiéndola en una mujer de hoy, dueña de sus deseos aunque le vaya la vida en ello. Una recreación de gran componente social, muy ligada a la actualidad de temas como los conflictos fronterizos, el racismo y la violencia de género».

La historia de esta «Carmen» de Bieto atraviesa diversos escenarios. Una brigada de legionarios, chuleando con las mujeres, ocupan la plaza en el primer acto; en el segundo, la taberna de Lilas Pastia es sustituída por un coche en un descampado, junto al que se celebra una especie de botellón; el tercer acto transcurre bajo la sombra de un gran toro de Osborne; y el cuarto en una plaza de toros. Todos ellos símbolos de una españolismo prototípico contra los que Bieito artícula algunas mordaces críticas. A pesar de su componente polémico, «Carmen» está considerado uno de los mejores trabajos de Bieito, con un brillante trabajo de actores y escenas llenas de intensidad dramática.

La protagonista, la gitana Carmen, será interpretada por la mezzosoprano Giuseppina Piunti en la función inaugural de esta tarde, en sustitución de una indispuesta Sonia Ganassi, quien sí cantará en el resto de funciones. Junto a ellas, el tenor venezolano Aquiles Machado pondrá voz a Don José, el joven cabo de los Dragones de Alcalá que sucumbe al enamoramiento por Carmen. El barítono malagueño Carlos Alvarez regresa a ABAO para afrontar el papel del torero Escamillo, y cerrando el cuarteto protagonista debutará la soprano valenciana Maite Alberola como Micaëla, la prometida de Don José. El amplio cartel se completa con la mezzosoprano Itxaro Mentxaka como Mercedes, la soprano Elena Sancho como Frasquita y Vicenç Esteve, Damián del Castillo, Federico Sacchi Giovanni y Guagliardo en los papeles menores. El Coro de Ópera de Bilbo, el Coro Infantil de la Sociedad Coral de Bilbo y la Orquesta Sinfónica de Euskadi, bajo las órdenes de Jean Yves Ossonce, completan la parte musical del espectáculo.