2014 OTS. 23 La oposición ucraniana toma el poder El golpe contra Yanukovich apunta a la partición de Ucrania El asalto a los centros del poder en Ucrania precipitó la destitución del presidente, Viktor Yanukovich, el nombramiento de nuevas autoridades, la convocatoria de elecciones en mayo y la liberación de la opositora Yulia Timoshenko. Yanukovich denunció un golpe de Estado y huyó al este del país, donde dirigentes regionales asumieron «la responsabilidad del orden constitucional», esbozando una Ucrania partida en dos. GARA KIEV La acelerada sucesión de acontecimientos que el presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, denunció como un golpe de Estado, aceleró ayer la formación de una Ucrania partida entre las regiones fieles a este y los seguidores del levantamiento. En unas pocas horas se pasó de un acuerdo entre el poder y la oposición para convocar elecciones presidenciales y adoptar la Constitución de 2004 a un asalto a los centros de poder, la destitución del presidente, la liberación de la líder opositora Yulia Timoshenko, a la vez que se formaba en las regiones del este de un núcleo fiel a Yanukovich. Desde primeras horas miles de personas se concentraron en Maidan, escenario de los principales enfrentamientos de las últimas semanas que han dejado más de 80 muertos solo en esta última. El acuerdo alcanzado la víspera por los líderes opositores con la presidencia fue rechazado por los manifestantes, entre los que los sectores de la ultraderecha y grupos más militarizados tomaron la iniciativa y entraron en la sede presidencial y en el Parlamento. Primeras deserciones En unas pocas horas, comenzaban a producirse las primeras deserciones en el bando gubernamental. El presidente del Parlamento, Volodymyr Rybak dimitía y unos cuarenta diputados del Partido de las Regiones anunciaban que abandonaban la formación. El resto huyó de Kiev ante lo que se avecinaba. Yanukovich se encontraba ya en el este del país, en Jarkiv, desde la noche anterior. El líder opositor Vitali Klitshcko pidió su destitución y la convocatoria de elecciones anticipadas antes del 25 de mayo. El acuerdo que el propio Klitshcko con los otros líderes opositores había firmado la víspera y que abría la posibilidad de una solución negociada, preveía las elecciones ante de diciembre, pero, al igual que las treguas anteriores, no duró ni 24 horas, con el contundente rechazo de los manifestantes en Maidan. Ya sin diputados fieles a Yanukovich en el Parlamento, la hasta ayer oposición fue votando una tras otras las medidas que confirmaron el vuelco en la situación del país. Como presidente de la Cámara fue elegido Olexandre Turchinov, brazo derecho de Timoshenko y número dos del partido de oposición Batkivshchina (Patria). Y como ministro del Interior otro de sus fieles, Arsen Avackovest. «Nuestro principal objetivo es retomar el funcionamiento de las instituciones. El Parlamento me ha encargado coordinar la actividad de gobierno y estabilizar la situación. Varios dirigentes han desaparecido, asustados, han huido» declaró Turchnikov. El Gobierno ucraniano dimitió el 28 de enero, aunque los ministros mantenían el cargo de forma interina hasta el nombramiento de un nuevo primer ministro que no se llegó a producir. El presidente del Parlamento es la segunda figura en importancia en el Estado ucraniano, y reemplaza al presidente en caso de vacío de poder. Olexandre Turchinov dirigió los servicios de seguridad en el gobierno de Yuli Timoschenko. Además, con el argumento de «dejación de sus funciones», el Parlamento, por 328 votos a favor y cero en contra aprobó el cese de Yanukovich -concretamente por «violaciones masivas de los derechos humanos» y por «desvincularse de sus deberes constitucionales»- así como la celebración de elecciones presidenciales «de carácter extraordinario» para el 25 de mayo. La Policía, hasta ayer enfrentada a sangre y fuego con los manifestantes, declaró estar «al lado del pueblo» y compartir las aspiraciones «de rápidos cambios». Responsables de las cuatro ramas de los cuerpos de seguridad, incluida la unidad antidisturbios Berkut y los equipos especiales Alfa, comparecieron en el Parlamento para garantizarlo. Yanukovich denuncia el golpe Pero, a la vez, en Jarkiv, la segunda ciudad del país y feudo prorruso, el gobernador de la región, Mijailo Dobkineon, anunció la apertura de un congreso de las regiones, con la presencia de diputados y gobernadores rusos y el objetivo de «evitar el baño de sangre en la región». Fue el destino elegido por Yanukovich tras abandonar la capital y donde el presidente acudió a una reunión de delegados locales de su Partido de las Regiones. En una entrevista, ratificó su intención de mantenerse en el cargo a pesar del decreto parlamentario y de los rumores que la oposición extendía sobre su dimisión. Yanukovich desmintió personalmente esas informaciones con una entrevista concedida a la cadena UBR-TV, en la que calificó la situación de «golpe de Estado» y denunció los nombramientos parlamentarios como «ilegales». «El Parlamento actual está tomando medidas ilegales y avergonzando al país. Los eventos de los que nuestro país y el resto del mundo han sido testigos son un ejemplo de golpe de Estado», aseguró el presidente, quien comparó estos sucesos con la llegada al poder del Partido Nazi en Alemania durante los años 30. «Esta no es oposición, son unos bandidos. A la salida del Parlamento golpean, lanzan piedras e intimidan», insistió. «Han disparado contra mi coche, pero no tengo miedo y permaneceré en Ucrania», añadió, recordando que los mediadores internacionales le aseguraron que le darían garantías de seguridad cuando el pasado viernes firmó el acuerdo con la oposición. El presidente señaló que está «intentando proteger al pueblo de los bandidos» y que los diputados de su Partido de las Regiones se han visto obligados a abandonar sus escaños en el Parlamento por coacción de los opositores. El este no cede A la vez, los dirigentes regionales del este asumieron la responsabilidad de garantizar el orden constitucional acelerando así el riesgo de partición de Ucrania. En su congreso los dirigentes de las regiones del sureste del país, en el que participaron unos 4.000 delegados, denunciaron como ilegítimas las medidas adoptadas por el Parlamento, que se ha tomado «bajo la amenaza «de terror, amenazas de violencia y muerte», desde la modificación del código penal para garantizar la liberación de los detenidos por las protestas hasta la decisión de excarcelar a la ex primera ministra Yulia Timoschenko . «Nosotros, autoridades locales de todos los niveles, el Consejo Supremo de la República Autónoma de Crimea, región de Sebastopol, hemos decidido asumir la responsabilidad del orden constitucional y de los derechos de los ciudadanos en su territorio», afirmaron en la resolución final adoptada en el encuentro. «Que la población se organice» «La integridad territorial y la seguridad de Ucrania se encuentran amenazadas», añadieron. Además, recomendaron «a la población a organizarse para cooperar con las fuerzas del orden locales». El alcalde de Jarkiv, Gennadi Kernes, declaró que el encuentro es «un intento de los funcionarios cualificados del este del país para estabilizar la situación». «Mis colegas y yo nos hemos visto amenazados personalmente, pero hoy venimos aquí a decir que no nos rendiremos, y que lucharemos hasta el final», aseguró en declaraciones recogidas por Russia Today. El gobernador de la región, Mijail Dobkin, se limitó a decir que «las decisiones adoptadas por el Parlamento en tales circunstancias siembra dudas sobre su (...) legitimidad y legalidad». «No queremos romper el país» Sin embargo, garantizó que no tienen ambiciones separatistas. «No estamos preparándonos para romper el país. Queremos conservarlo», aseguró. En cualquier caso, Dobkin reconoció que «los órganos del Estado central están paralizados». «Hasta que se restauren el orden constitucional y legalidad (...) hemos decidido asumir la responsabilidad de salvaguardar el orden constitucional, la legalidad, los derechos de los ciudadanos y su seguridad en nuestros territorios», añadió. Con la oposición en el poder en Kiev -aunque con la duda de si controla a los manifestantes que la víspera anularon el acuerdo que habían firmado y abuchearon a sus líderes- y el foco leal a Yanukovich en el este, se abre un escenario de incertidumbre en el que el Ejército dijo que no quería intervenir. El Ejército dice que no interviene «El Ejército seguirá cumpliendo con los requisitos de los estatutos de las Fuerzas Armadas de Ucrania y las leyes que rigen las actividades del Ministerio de Defensa» hizo saber en un comunicado publicado en la página oficial del Ministerio de Defensa. «Lamentamos la pérdida de vidas y esperamos que esto nunca vuelva a suceder en nuestro país», añadió. Con todo, el Ejército garantizó «que las Fuerzas Armadas de Ucrania no se involucrarán en el conflicto político» y aseguró que «los soldados y los funcionarios del Ministerio de Defensa de Ucrania siguen siendo leales y continúan realizando las tareas asignadas por el Estado». En un clima de incertidumbre, la oposición insistió en que Yanukovich ha abandonado el poder e incluso intentó huir a la vecina Rusia, pero fue interceptado por los guardias de frontera y se encontraba en paradero desconocido. Así, el nuevo presidente del Parlamento ucraniano, Alexandr Turchinov, afirmó que «fue interceptado por los guardias de frontera. En este momento está escondido en algún lugar de la región de Donetsk». De acuerdo a Turchinov, otros cargos destituidos por la Rada Suprema (legislativo), como el exfiscal general Viktor Pshonka, también trataron de escapar de Ucrania sin éxito. En el centro de Kiev, escenario de batallas campales y tiroteos con decenas de muertos y heridos, la Policía evacuó la zona de las sedes gubernamentales, dejándola al control de los servicios de seguridad de los opositores y de grupos como el denominado Sector de Derechas. Miles de personas seguían ocupando Maidan, transformada en un escenario de guerra, siguiendo los vertiginosos cambios de la jornada. Muchos acudían con velas y flores. Una inscripción proclamaba «¡Gloria a los héroes», y las imágenes de manifestantes muertos se colocaron en el podio erigido en el centro de la plaza. En los alrededores de Kiev, la afluencia de miles de ucranianos a la residencia presidencial, abandonada por las fuerzas de seguridad, y ahora ocupados por los grupos de seguridad opositores, provocó un gran embotellamiento de tráfico. Timoshenko anuncia su candidatura a la presidencia Liberada en una de las primeras decisiones del nuevo poder instalado en Kiev, la ex primera ministra y líder opositora Yulia Timoshenko aseguró que «la dictadura ha caído» y anunció que se presentará a las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo. «La dictadura ha caído. Y cayó no gracias a los políticos y diplomáticos, sino gracias a aquella gente que salió (a las calles) para defenderse a sí mismos, a sus familias y a su país», declaró Timoshenko, que fue condenada en 2010 a siete años de cárcel por abuso de poder. Timoshenko hizo estas declaraciones en el aeropuerto de la ciudad oriental de Jarkov antes de viajar a Kiev darse un baño de masas en la plaza de la Independencia o Maidan. Timoshenko fue derrotada por Yanukovich en las elecciones de 2010, tras lo que fue procesada y condenada por la firma de un acuerdo de gas con Rusia, oneroso para las arcas del país. Recibida como una heroína y desde una silla de ruedas en el estrado montado en la plaza dijo a los manifestantes que «no tenéis derecho a iros de la plaza hasta que haya un cambio real». En cuanto a su futuro político, Timoschenko anunció que «vuelvo al trabajo. No voy a perder ni un minuto para asegurarnos de que seáis felices en vuestra propia tierra». Además, la líder del partido Patria defendió el procesamiento judicial de todos los funcionarios y cargos públicos implicados en la muerte de manifestantes durante las protestas. «La gente que ha muerto son héroes. Los héroes nunca mueren, siempre estarán con nosotros, serán nuestra inspiración», afirmó. GARA Satisfacción en la UE y EEUU «Seamos prudentes, porque la situación económica sigue siendo terrible», advirtió el ministro francés de exteriores, Laurent Fabius, moderando las felicitaciones de los países occidentales, que han presionado a Kiev en las últimas semanas. Ucrania se encuentra al borde de la quiebra y necesita el crédito prometido por Rusia de 15.000 millones de dólares para evitarlo, ya que la ayuda ofrecida por la UE no es suficiente. El Gobierno de EEUU consideró que la rápida sucesión de acontecimientos puede llevar a «una reducción de la violencia, un cambio constitucional, un Gobierno de coalición y elecciones anticipadas» y celebró la liberación de la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko, sin mencionar la destitución de Yanukovich. «Doy la bienvenida a la liberación de Timoschenko. Un sistema judicial independiente es esencial para una Ucrania democrática», señaló el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso. El ministro británico de Exteriores, William Hague, señaló que «trabajaremos estrechamente con nuestros socios de la UE para apoyar al nuevo Gobierno de Ucrania, en cuanto se forme» y defendió los sucesos de ayer como «una muestra de la voluntad de los ucranianos de avanzar hacia un futuro distinto y garantizar que sean escuchadas las voces de quienes se han manifestado con valentía en los últimos meses». El más contundente fue el ministro polaco de Exteriores, Radoslaw Sikorski, que sostuvo que «no ha existido un golpe en Kiev. Los edificios del Gobierno han sido abandonados y el presidente del Parlamento ha sido elegido de manera legal. Yanukovich tiene 24 horas para ratificar en forma de ley la Constitución de 2004». Más curiosa fue la reacción del Gobierno español, que todavía ayer felicitaba a las partes del acuerdo alcanzado entre el presidente y la oposición. Por su parte, el enviado especial de Rusia para Ucrania, Vladimir Lukin, criticó la injerencia de la UE. «Francamente, no comprendo cómo tras reconocer la legitimidad del presidente Yanukovich, el Parlamento y todas las estructuras del Estado, mis colegas europeos pueden venir a Kiev y dirigirse al movimiento nacionalista-revolucionario terrorista Maidan y decir `abajo el gobierno legítimo' que han reconocido'», indicó Lukin. Además, cuestionó hasta qué punto los dirigentes de las movilizaciones: Arseni Yatseniuk, del la Unión Panucraniana Batkivschina (Patria) de la ex primera ministra Yulia Timoshenko; Vitali Klitschko, de la Alianza Democrática Ucraniana para la Reforma (UDAR) y Oleh Tiahnibok, de la ultraderechista Unión Panucraniana Svoboda (Libertad) pueden controlar la situación. El acuerdo alcanzado el viernes fue patrocinado por los ministros de Exteriores francés polaco y alemán, que lo firmaron como testigos. Lukin participó pero no lo firmó porque, según explicó, no vio ya a Yanukovich con capacidad de aplicarlo. GARA Ministro de Defensa. La Rada nombró como ministro de Defensa al general Vladimir Zamana, destituido esta semana de su cargo de jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas por desobedecer a Yanukovich al negarse a movilizar al Ejército contra los manifestantes.