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Uruguay producirá hasta 22 toneladas al año de marihuana barata y controlada


Uruguay producirá hasta 22 toneladas al año de marihuana para consumo local, que venderá en farmacias a menos de un euro el gramo y tendrá limitaciones de uso en la vida pública similares al alcohol y al tabaco, según establece el reglamento de la ley de la marihuana presentado ayer.

El presidente y el secretario general de la Junta Nacional de Drogas (JND), Diego Cánepa y Julio Calzada, respectivamente, presentaron una regulación que establece detalles prácticos de la ley aprobada el 10 de diciembre, que legalizó en Uruguay la compraventa y cultivo doméstico e industrial de la droga, una iniciativa pionera en el mundo impulsa- da por el presidente, José Mujica.

La amplia reglamentación, de 104 artículos, establece la creación de un Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCA), que se encargará de registrar, autorizar y regular el mercado de la marihuana, otorgando licencias y controlando su cultivo.

Entre otras medidas, se estableció que el precio de venta de la marihuana en farmacias, una de las tres formas de acceso a la droga junto al cultivo doméstico y la asociación a un club cannábico, oscilará entre 20 y 22 pesos por gramo, menos de un euro.

Este precio está pensado para cubrir tanto los costes de producción, las tasas y el beneficio del productor como para que el precio de venta esté «por debajo del precio de la marihuana ilegal con un control de calidad muy alto».

A ese producto se accederá previo registro en un sistema de reconocimiento de huellas que no guarda ni el nombre ni el documento de identidad del usuario.

La marihuana de venta en farmacias será producida por un máximo de seis empresas que deberán presentarse a una licitación y cumplir requisitos como el control del origen financiero de su inversión, la prohibición de venta a terceros y la entrega al IRCA de todo excedente.

Como máximo se cultivarán diez hectáreas de marihuana en todo el país, con aproximadamente 1,5 hectáreas por empresa adjudicataria. El Gobierno entiende que con esta superficie se cubren con creces las 22 toneladas anuales de marihuana que se calcula se consumen en el país, donde hay 25.000 fumadores diarios.

Además, los productores solo podrán cultivar en terrenos fijados por el Estado, que no se conocerán con anterioridad por razones de seguridad y que serán predios militares.

En cuanto a su uso, Uruguay, donde el consumo está permitido desde hace cuatro décadas, establecerá límites similares a los que existen para el alcohol y el tabaco, como la prohibición de consumirlo en espacios cerrados en lugares públicos o espacios abiertos de centros sanitarios o de índole educativa o deportiva.

La regulación fija que quienes quieran cultivar marihuana en su casa o pertenecer a un club cannábico tendrán que registrarse, ya que las tres formas de acceso a la droga son excluyentes entre sí.