2014 MAI. 11 TXOKOTIK El voto más tierno Iker Bizkarguenaga Kazetaria Hace unos días una vecina nos preguntaba si este año hay elecciones, pues a su mozo le ha llegado una carta que, me temo, le va a convocar amablemente a la mesa electoral del barrio. Insisto, esta misma semana preguntaba si hay elecciones este año. Pues sí, justo dentro de dos semanas. Así andamos. Anuncian una abstención superior al 60%, y no debería extrañarnos, pues para la mayoría de los partidos, discursos grandilocuentes al margen, estos comicios son de tercera categoría y no hacen nada por alentar la participación. Por contra, y por paradójico que resulte, para la izquierda abertzale las elecciones europeas siempre han tenido una atracción especial. Digo paradójico porque este modelo de UE no le gusta un pimiento ni a ella ni a sus electores. Sin embargo, para un movimiento sociopolítico criminalizado al extremo, conseguir llevar a un representante a Bruselas era un logro tan importante como importante era el bofetón que se le daba al Estado. Permitía además emplazar un importante altavoz en Europa, lo que nunca está mal. Y estas votaciones han tenido además un componente emotivo, pues posibilitaban que mucha gente votara lo que su corazón les dictaba pero que en otras circunstancias no podían, por una razón tan simple como que no residían en Euskal Herria. Gente solidaria con este pueblo que cada cinco años podía hacer lo que le pedía el cuerpo, apoyar a la única fuerza -o la más importante- que se había enfrentado a ese conchabeo que denominaron transición. Así, Herri Batasuna primero, Euskal Herritarrok en 1999, cosecharon decenas de miles de votos procedentes de otros lugares del Estado que ayudaron a lograr actas de eurodiputados a la izquierda vasca. Era la forma que muchos y muchas tenían de decir «estamos con vosotros». Estaban y están. EH Bildu concurre a las urnas coaligada con otras formaciones, pero en naciones y pueblos que no están representados en la coalición hay también miles de personas que seguro están deseando dar su voto a «Los Pueblos Deciden». Uno conoce a unos cuantos, y no estaría mal que esas personas también se sintieran importantes en este camino. En Castilla, Andalucía, Països Catalans... mucha gente aguarda una papeleta con más ilusión que muchos de nuestros vecinos. Si la solidaridad es la ternura de los pueblos, el voto procedente del sur del Ebro será, sin duda, el voto más tierno.