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Marky Ramone aterriza en Portugalete e Iruñea

A mediados de los setenta surge en Nueva York, un cuarteto sencillo y singular, Ramones, que tomando elementos del protopunk y el r'nr termina escribiendo una de las historias más determinantes del rock. Ramones lidera la primera ola del punk en su ciudad junto a nombres como Patti Smith, Television, Johnny Thunders, Blondie, Richard Hell... Nombres y música alejada en gran medida de lo que en el 76 se entendía por punk en Londres. No obstante, Ramones fueron una isla en la escena estadounidense. La actuación de Marky Ramone este viernes 4 en las fiestas de Errepelega, Portugalete, y el 7 en fiestas de Iruñea, les devuelve a la actualidad.

Marky Ramone aterriza en Portugalete e Iruñea

Ramones se disuelve en 1996 fruto de las tensiones entre Joey y Johnny Ramone, el primero republicano y el segundo demócrata, según la terminología de su país. Pero la confrontación ideológica no es la única razón: el cansancio y la reiteración (que les funcionó relativamente bien)también forman parte del conflicto.

Tras la ruptura cada miembro toma caminos diferentes, que para algunos de ellos confluyen en un mismo lugar en años diferentes: el cementerio, donde pernoctan Joey Ramone, Johnny Ramone y Dee Dee Ramone.

Marky Ramone toca la batería en la banda del 78 al 83 y del 87 hasta la disolución. Con los Ramones graba ocho discos. Y es Marky quien desde hace un buen número de años ha tomado la memoria histórica de la banda punk-rock más popular de EEUU, llevando su repertorio por todo el mundo. Este viernes le toca conocer las fiestas de Errepelega, en Portugalete, donde contará con la banda local Manifa como invitada, y el 7 de julio apoteosis en plenas fiestas de sanfermines a medianoche. Marky gira como Marky Ramone's Blitzkrieger, donde se acompaña desde hace un año de uno de los vocalistas más conocidos de Nueva York, Andrew WK, que sustituye a Michale Graves, exvocalista de Misfits, formación donde también llegó a tocar Marky.

«Ramones», el debut de los Ramones editado en abril de 1976, puede ser considerado un clásico por su significado, influencia musical posterior e incluso por estética. El disco no pasó del puesto 111 en las listas del semanario Billboard y no ha sido hasta esta primavera cuando ha sido certificado como disco de oro por la industria estadounidense, medio millón de copias vendidas. Las canciones están inspiradas en experiencias personales, referencias a la cultura surf, y películas de terror de clase B.

Este álbum es considerado una de las mayores influencias para el movimiento punk que emergería casi de inmediato. La revista Rollind Stone lo situó en el puesto 33 de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos.

Una de sus principales canciones, «Blitzkrieg bop» nunca entró en las listas de ventas, aunque se convirtió en uno de los temas referencia de la banda. A su vez, «53rd & 3rd» está basada en las experiencias de Dee Dee Ramone, el bajista, como chapero. «Judy is a punk» se convirtió en una de las canciones básicas de su repertorio. Sonaron también con fuerza «I wanna be your boyfriend» y «Beat on the brat». El álbum se reeditó en versión extendida en 2001 con tres canciones esenciales rescatadas de maquetas: de nuevo «I Wanna be your boyfriend», «Judy Is a punk y «I don't care».

Varias generaciones

«Estas canciones son demasiado buenas para no ser tocadas», afirma Marky sobre el repertorio de sus recitales. «Me encanta tocarlas y tener a padres y madres con sus hijos entre el público. Dos generaciones unidas por una noche gracias a los Ramones. De hecho, me encantaría llegar a una tercera generación también«, apostilla con sorna el batería.

Marky se declara abiertamente encantado con el público ibérico y no duda al afirmar que este es «genial», pues canta «todas las canciones y baila para pasarlo bien». «No importa lo que sucede fuera, cuando entran a un concierto lo dan todo y nos obligan a darlo todo a nosotros», asegura.

Acerca de los trucos para mantenerse rebosante de vitalidad a sus 57 años, Marky Ramone apunta que come saludable, no fuma y hace ejercicio (nada que ver con su primera etapa con la banda, cuando los excesos terminaron provocando su expulsión en 1982). «Tienes que tocar 90 minutos sin descanso, así que hay que ser serio o es imposible mantener el ritmo», añade.

Conviene recordar que la historia de Marky Ramone (Marc Steven Bell) no se circunscribe tan solo a los Ramones. Previamente estuvo en The Voidoids junto a Richard Hell, formación también de protopunk. En 2006 se celebra el 30 aniversario de la grabación del primer álbum y Marky se encarga de realizar una gira mundial, en la que se recuerdan viejos temas como: «Blitzkrieg bop», «Judy is a punk», «Beat on the brat», entre otras.

En 2008 se presenta con su banda formada por músicos argentinos provenientes de la banda Expulsados. En años sucesivos ha aparecido en formaciones como Speed Kings, The Misfits, The Intruders, Tequila Babys, Tarakany!, Teenage Head, Bluesman... y su actual Marky Ramone's Blitzkrieg, con quienes ha completado dos discos: «When we were angels» y «If and when».

Adelantados a su tiempo

Buena culpa de la energía que aún mantiene el batería es, sin duda, de las propias canciones de una banda pionera del punk que, a su juicio, se adelantó a su tiempo. «En los setenta todo era música disco y rock progresivo. Entonces aparecieron cuatro tipos con cazadoras de cuero y tocando canciones de dos minutos con tres acordes. Nadie les entendía», rememora.

Según Marky, no fue hasta finales de los ochenta cuando realmente se comprendió a la banda, y señala que el espaldarazo definitivo fue ya en los noventa gracias a bandas como The Offspring, Green Day, Pearl Jam y Red Hot Chili Peppers, que comenzaron a citarles como una influencia irrenunciable.

Con cierta desazón, Marky apunta que poco después de ese reconocimiento público terminaron separandose en 1996. «Y entonces empezaron a llegar los premios», lamenta, como la inclusión en el Rock and Roll Hall of Fame, y antes de señalar que ser un Ramone es «ser honesto y creer en lo que haces, sin que te importe lo que otros piensen». «No compararse con otros, simplemente seguir tu camino».

 

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