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Relevan a los policías en Ferguson y dan la identidad del agente homicida

Las protestas en la ciudad estadounidense de Ferguson (Misuri) perdieron intensidad después del relevo de la Policía de la localidad por la Patrulla de Carreteras y de que las autoridades identificaran al agente implicado en la muerte de un joven negro desarmado hace una semana.


En la mañana de ayer, cientos de personas continuaban manifestándose por las calles centrales de Ferguson exigiendo información y una investigación del tiroteo en el que murió Michael Brown, de 18 años, un joven que estaba desarmado y al que la Policía ha dicho que consideraba sospechoso de robo.

Las marchas, que concluyeron en enfrentamientos con la Policía en las jornadas anteriores, hicieron que el gobernador de Misuri, Jay Nixon, ordenara el relevo de los agentes locales por la Patrulla de Carreteras para la contención de las protestas. «Lo importante hoy es que garanticemos la seguridad y el orden en la ciudad mientras continúa la investigación de esta tragedia», dijo ayer Nixon.

El jefe de la Policía local, Thomas Jackson, identificó como Darren Wilson al agente -con seis años de servicio y sin antecedentes disciplinarios- involucrado en el homicidio. Indicó que el policía recibió atención médica por lesiones y se halla bajo permiso retribuido.

Las autoridades salieron así al paso de una de las exigencias de los manifestantes, familiares y grupos comunitarios, que era conocer la identidad del agente que había disparado contra Brown. Según los testigos, era blanco. Su nombre se había ocultado por «motivos de seguridad». Jackson aludió a un robo ocurrido poco antes del suceso en una tienda cercana y ofreció un informe sobre la condición de Brown como principal sospechoso de esa sustracción.

«Más allá de la indignación»

La familia del joven se ha declarado «más allá de la indignación» tras conocer la acusación de perpetrar un robo antes de su muerte. «Se trata de un intento de asesinar un personaje tras asesinar a su persona de manera brutal a plena luz del día», según la familia.

«No hay nada en los hechos policiales que pueda justificar su ejecución a manos de un policía cuando tenía las manos levantadas, la señal universal de rendición», ha hecho saber la familia en una nota de prensa.

«La tardanza en divulgar el nombre del agente y la consiguiente supuesta información divulgada sobre el robo son los motivos por los que la familia y la comunidad local han desarrollado tanta desconfianza hacia las fuerzas de la ley. Ha sido la brutal ejecución de un adolescente desarmado», añade.

La violencia causada por la indignación vecinal culminó el miércoles, cuando decenas de policías con uniformes militares, armas de guerra y vehículos blindados reprimieron a los manifestantes disparando balas de goma y gases lacrimógenos.

El destacamento de la Policía de Carreteras, bajo el mando del capitán Ron Johnson, un negro criado en Ferguson, se presentó el jueves en el lugar con uniformes de calle y sin exhibición de equipos antimotines. Las manifestaciones continuaron de manera pacífica. Algunos manifestantes se hacían fotos con los agentes.

La Policía mata a una mujer que iba con un taladro

La mujer muerta el jueves en San José, en el estado de California, por el disparo de un policía que creía que iba armada con una metralleta llevaba en realidad una taladradora de mano, informó ayer el Departamento de Policía de la ciudad.

La Policía informó de que el agente que disparó es Wakana Okuma, con 13 años de experiencia. La mujer muerta, de 19 años, sufría un trastorno bipolar, según explicó su padre. El objeto que llevaba en la mano no era un subfusil Uzi, como había dicho tener, sino una taladradora de mano sin cables y pintada de negro. Este episodio coincidió con las protestas en Ferguson, que parecen haber influido en la decisión de dar a conocer el nombre del agente que disparó.

Además, el mismo jueves, decenas de personas protestaron en Los Angeles por la muerte de un joven negro con presuntos problemas mentales a manos de un agente. En una marcha pacífica y con limitada presencia policial, los manifestantes pidieron «justicia» en un caso en el que las versiones de los testigos y los agentes son contradictorias.

Más de 90 ciudades de 35 estados de EEUU han celebrado vigilias y un minuto de silencio en honor a las víctimas de la violencia policial. GARA