Golpe de efecto de Lewis Hamilton

A falta de la disputa de dos pruebas para la conclusión del Mundial -Brasil y Abu Dhabi-, Lewis Hamilton dio un golpe de efecto, todavía no definitivo por el valor doble de los puntos de la última carrera, pero sí muy importante para hacerse con el título de pilotos. El británico consiguió superar a su compañero de escudería y único rival en la lucha por la corona, Nico Rosberg, que partió con la ventaja de la pole position, condición que no supo mantener.

Fue en la vuelta número 24 cuando Hamilton le comió la tostada al alemán, al adelantarle en una curva por el interior, en una maniobra en la que Rosberg se mostró excesivamente blando a la hora de mantener su privilegiada posición. Matemáticamente todavía nada está resuelto -un abandono en Abu Dhabi es un gran lastre-, pero el negativo efecto psicológico de verse superado en una carrera en la que se jugaba mucho puede resultar trascendental para la moral del germano.

Lo cierto es que, a estas alturas de temporada, cada uno ya está más por la labor de defender su posición que por arriesgar, y eso se notó en la parrilla de salida. Rosberg salió muy bien y a su rebufo Hamilton, mientras que el único que ganó posiciones fue Massa al superar a su compañero Bottas, en un arranque bastante conservador, en el que Ricciardo no estuvo nada fino, pero el australiano acabaría recuperándose.

Pese a ello, esos primeros kilómetros no estuvieron exentos de algún que otro incidente, como el toque entre el mexicano Sergio Pérez y Adrian Sutil -también resultó dañado Raikkonen, pero continuó en carrera-, que les obligó a ambos a retirarse y a la salida del safety car en el segundo giro. Para la décima vuelta, los Mercedes ya dejaban patente su amplia superioridad, abriendo una gran brecha respecto a los Williams, que se hizo más amplia con el primer cambio de neumáticos.

Quinto triunfo consecutivo

Fueron los mejores momentos de Rosberg, que se marchó hasta con tres segundos de diferencia a su favor sobre Hamilton, en lo que parecía un episodio favorable para que la lucha y emoción por el título se estrechase aún más. Sin embargo, coincidiendo con el abandono de Hulkenberg en la vuelta decimoctava, el piloto inglés se puso las pilas y comenzó a enjugar la desventaja hasta el momento clave en el que dejó atrás con mucha solvencia al teutón.

A partir de ahí, todo el camino del inglés quedó allanado, sabiendo mantener el hueco incluso en otro de los momentos delicados de la prueba, como fue el siguiente cambio de neumáticos, que Hamilton realizó en el giro trigesimocuarto y Rosberg uno después. Al final, el piloto británico consiguió encadenar su quinto triunfo consecutivo -la segunda tacada de este tipo que realiza en la presente temporada-, sumó su décima victoria del presente Mundial y la trigesimosegunda de su carrera.